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Agné-Rubi: amigos y oponentes

   

El preparador blanquivioleta admite la importancia del técnico insular en su carrera. / DA

El preparador blanquivioleta admite la importancia del técnico insular en su carrera. / DA

JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife

“En su día él me llamó cuando ya prácticamente tenía decidido que iba a dejar el fútbol. Creo que para llegar a entrenar a este nivel necesitas tres o cuatro momentos, o tres o cuatro personas, que te ayuden y él ha sido una de ellas”. Rubi, actual entrenador del Real Valladolid, no olvida cómo, un buen día de junio de 2011, Raúl Agné, técnico del CD Tenerife, descolgó un teléfono para incorporarlo a la disciplina del Girona CF.

Su intención era dedicarse a la empresa familiar, aunque todo cambió: “Me hacía mucha ilusión poder entrenar en un equipo de la Liga de Fútbol Profesional. La pena es que no salió bien el trabajo de él. Pero Raúl ha sido una persona, como otras, que me ha ayudado mucho”.

Rubi destacó más como entrenador que como jugador. Su experiencia de mayor categoría fue en el Terrassa de la Segunda B, después de haberse formado en la cantera del RCD Espanyol, donde coincidió con el técnico Paco Flores: “Desde su etapa de jugador ya se veía que sería buen entrenador. Demostraba sobre el césped y con su trabajo que era un futuro entrenador y se dejaba notar su presencia en el vestuario”.

Entrenando a varios equipos catalanes, el nombre de Rubi salta a la palestra cuando Tito Vilanova quiere incorporarlo al FC Barcelona. Vilanova ya lo había intentado en 2004, cuando dirigía al Figueres. El tristemente desaparecido entrenador barcelonista lo intentó varias veces, hasta que en el curso 13/14 consiguió llevarlo al Camp Nou.

“Su mayor virtud como entrenador es que es muy valiente y decidido”, diría de él Raúl Agné, algo que Rubi volvería a demostrar el pasado verano.
Ambición

El Real Valladolid ansía regresar a Primera, su categoría natural, pero para ello, tras el descenso del curso pasado, necesitaba presentar a un técnico atractivo para el público pucelano, el nombre estaba claro.

Rubi llegó a un acuerdo con el club pucelano después de que en la campaña 12/13, en Girona, consiguiera clasificar a los rojiblancos en la cuarta plaza clasificatoria, dando la oportunidad de jugar los play-off de ascenso, todo un hito para una ciudad poco acostumbrada a éxitos futbolísticos.

Hoy, en el Rodríguez López, volverán a verse la cara dos amigos que un día se unieron por el fútbol. Por el amor por el fútbol.