Tiene todo el derecho Ferrán Soriano a defenderse de la caÃda de Spanair, pero sus explicaciones no pueden convencer a nadie. Sus argumentos no son válidos: habla de más financiación. Pero ¿cuánta financiación? Después de esa financiación, que podrÃa ser fácilmente de otros 180 millones de euros, tendrÃa que venir a salvarla otra compañÃa aérea con músculo financiero superior.
No habla en ningún momento del plan de negocio que tenÃa sobre su mesa, en el supuesto de que lo tuviera, de la financiación prevista y necesaria. Pero si una lÃnea aérea necesita financiación y una compañÃa aérea que luego la rescatara, es en pocas palabras una compañÃa sin futuro.
¿Cuál era el futuro de Spanair? Nadie lo sabe ni lo sabrá jamás. Todos en el transporte aéreo hemos necesitado más financiación, pero pedir financiación a quien no entiende el negocio es complejo, como por ejemplo, bancos o instituciones oficiales, hoteleros, etc. Si a todo ello añadimos que la viabilidad de la empresa pasa por el rescate de otra compañÃa extranjera, su plan de viabilidad se va al carajo.
Son pobres argumentos los de Ferrán Soriano. Para ocupar cargos de la responsabilidad de una lÃnea aérea es mejor dedicarse al fútbol, donde estamos viendo que sus economÃas son distintas y en algunos casos opacas.
No todo error debe calificarse de necedad, pero en este caso por las explicaciones que da dan la impresión de que nos toma a los demás por necios.