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CD TENERIFE >

Avanza con firmeza

   
Los blanquiazules han remontado el vuelo desde la llegada de Raúl Agné al banquillo. / SERGIO MÉNDEZ Los blanquiazules han remontado el vuelo desde la llegada de Raúl Agné al banquillo. / SERGIO MÉNDEZ
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Los blanquiazules han remontado el vuelo desde la llegada de Raúl Agné al banquillo. / SERGIO MÉNDEZ

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

Suma y sigue. El Tenerife de Raúl Agné continúa su escalada y, lo que es más importante, ofrece cada vez más signos de ser un equipo ya recuperado de la fase depresiva y decadente en la que cayó en la etapa final de Álvaro Cervera, en la que la espiral negativa que rodeaba al combinado blanquiazul se tragaba todo lo que se ponía por delante.

En tan solo un mes, partidos trampa como el de ayer en el estadio se sacan adelante; con sufrimiento y pidiendo la hora, pero con los tres puntos en la mochila, que ya va pesando menos. Un triunfo cimentado en una primera parte de dominio y control de los locales, donde llegó el gol en una de las escasas aproximaciones peligrosas que hubo hacia la portería del meta Serantes, a pesar de los siete saques de esquina que lanzaron los tinerfeños en esos 45 minutos iniciales.

Pero hasta llegar ahí, el boceto de Agné dejó hasta cuatro cambios con respecto al once que guerreó con bravura en el derbi. Algunos obligados, como la recolocación de Cámara al lateral diestro para suplir la ausencia por sanción de Javi Moyano. Una permuta que definitivamente mandó a Unai Albizua al lateral izquierdo y situó a Hugo Álvarez de central junto a Carlos Ruiz.

Otras de las variaciones decididas por el entrenador de Mequinenza fueron marca de la casa, sacando del once a Cristo Martín y Aridane, que fueron suplidos por Juan Carlos Real y Diego Ifrán, quien volvía a su puesto de estilete ofensivo. El que no se movió de la titularidad fue un renovado Maxi Pérez, quien por segunda semana consecutiva volvió a tener el papel de actor principal del choque.

El Tenerife salió intenso, agresivo y ofensivo; características todas de la factoría Agné. Enfrente un Leganés que quiso entrar en el cuerpo a cuerpo en los primeros minutos, con un Chuli muy activo, secundado por jugadores como Aguirre o Eizmendi que se asomaron al área de Dani Hernández con cierto descaro. Pero el ritmo y el dominio de la situación fue siendo de los locales poco a poco. Un Tenerife que tenía a Suso por la izquierda, con Juan Carlos entrando por la banda opuesta, y que dejaba a Ifrán y Maxi descolgados arriba, con el goleador en el derbi tirando diagonales y haciendo kilómetros en un derroche de entrega no exento de desmarques con inteligencia. Fueron varias las veces en las que el Tenerife lo intentó, siendo a mitad del primer acto cuando estuvo más cerca de anotar el uno a cero. En una de esas acciones, Suso tuvo una clara, pero su disparo ajustado lo sacó con apuros el meta visitante.

Estelar
Poco antes del descanso, el Tenerife trenzó una combinación que comenzó Aitor Sanz, que habilitó a Juan Carlos cerca del área, y que el coruñés asistió con precisión milimétrica para dejar en ventaja a Maxi Pérez. El uruguayo, en una definición parecida al gol a Las Palmas, encaró al portero rival, le dribló con un amago de cintura, y quedándose sin ángulo anotó su segundo tanto como blanquiazul, demostrando que su aviso de que era delantero y no había jugado en su sitio iba en serio.

Respiro al descanso y cambio de decorado para la segunda mitad. El cuadro de Agné cedió campo al Leganés y se fue metiendo en problemas. El entrenador del Lega hizo dos cambios y su equipo fue amenazando al Tenerife cada vez más. Fue en los últimos 20 minutos cuando se pasaron los mayores apuros. En el minuto 72 el palo salvaba a los insulares, en un disparo envenenado del visitante Velasco. Poco después fue Chuli el que puso a prueba a Dani, quien se empleó a fondo en todo momento.

Un Tenerife más cansado dio entrada a Cristo Díaz, Guarrotxena y Cristo Martín, lo que le dio frescura para aguantar el tirón final y quedarse con un triunfo más que vital para seguir sumando.