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La democracia en el mundo – Por Jaime Rodríguez Arana

   

Si la democracia es, como parece, el mejor sistema político hasta ahora inventado, el que hace posible el gobierno del pueblo, por y para el pueblo, la constatación de la situación general mundial nos interpela acerca de la salud de esta forma de gobierno a nivel planetario. Es evidente que hoy, todavía en plena crisis económica y financiera, trasunto de una crisis moral general, las condiciones de vida de los ciudadanos, al menos en el mundo occidental, están bajando muchos enteros. Y, junto a ello, los registros del paro baten récords en muchas latitudes.

Pues bien, en este marco el informe anual de Freedom House sobre las libertades en el mundo en 2014 advierte de que la democracia sufre su mayor amenaza en los últimos 25 años. Las dos causas de tal pronóstico serían el uso de métodos cada vez más agresivos por los regímenes autoritarios por un lado y, por otro, la oleada terrorista que hoy invade relevantes áreas del planeta. Según esta organización independiente, 2014 ha sido el noveno año consecutivo en el que se aprecia un peligroso retroceso en derechos políticos y libertades civiles de millones de personas en todo el mundo. Los países que se llevan la palma en autoritarismo son Rusia, Egipto y Turquía. Rusia a causa de la intervención en Ucrania, Egipto por la represión del régimen frente a los opositores, y Turquía a causa de los ataques contra la prensa y la sociedad civil.

En el caso del terrorismo no hay que ser muy listo para constatar que es una plaga omnipresente y de funestas consecuencias en todo el globo. Desde África Occidental hasta Oriente Próximo y el sur de Asia fuerzas yihadistas radicales acosan a gobiernos y poblaciones provocando el caos en Irak, Siria, Pakistán o Nigeria, masacrando a integrantes de la seguridad y a civiles, tomando rehenes y asesinando o esclavizando a personas de otras confesiones religiosas. Según el informe de Freedom House, en 2014 un 46% de los países mantienen regímenes de libertad, un 28% parcialmente y finalmente, un 26% de regímenes todavía viven sin libertad o con la libertad prohibida. Los países en los que reina la libertad son los del continente americano, Europa y Oceanía, mientras que Asia, Oriente Próximo y África concentran las naciones en las que sus habitantes no disfrutan de un sistema de libertad aceptable. En América Latina, Cuba aparece como el único país no libre, se subrayan retrocesos en Ecuador por las restricciones en materia de libertad de expresión, en Haití a causa de la persecución a la oposición y a los periodistas, en México debido al crecimiento de la impunidad y de la corrupción, y en Venezuela por la represión contra la oposición. Es más, en el caso de la República bolivariana, Freedom House apunta al uso del terrorismo para justificar la adopción de medidas represivas. Un dato preocupante es que las naciones que empeoran en 2014 su calificación son el doble de las que la mejoran, proporción que se mantiene en la mayoría de los continentes. Las restricciones a internet también pintan un cuadro sombrío, pues no son pocos los países que exigen a proveedores y contratistas del sector que censuren los contenidos que pueden ser críticos para los gobiernos. ¿Cuáles son las causas de que la democracia a día de hoy en todo el mundo esté viviendo sus horas más bajas de los últimos años? El informe revela que la idea mítica de que los sistemas occidentales son paradigmas de democracia está en crisis.

Existe, es verdad, un desencanto general con la política y, sobre todo con los políticos, en Europa. En Iberoamérica se constata poca participación en los comicios, en África una galopante corrupción y, en diversas partes del mundo occidental, un preocupante proceso de restricción de las libertades por motivos de seguridad.
La crisis económica también ha supuesto un gran malestar social en las democracias más avanzadas, provocando un peligroso proceso de acercamiento al denominado capitalismo autoritario chino. En los países más inestables, la crisis hace tambalear los endebles fundamentos del sistema político. En fin, parece que en algunas latitudes la democracia ha sido tomada por minorías que la secuestran al servicio de sus cada vez más obvios intereses. Por eso, empiezan a florecer algunos populismos que, salvo reformas de calado, se irán esparciendo de forma imparable porque han asumido el monopolio de la crítica frente a un sistema que deja descolgada a mucha gente. En 2015 pareciera que la situación de la democracia y de las libertades en general debiera ser mejor. Un buen diagnóstico para pensar, y actuar, es el que ofrece el informe que comentamos en el artículo de hoy. Sin duda.

*catedrático de derecho
administrativo
@jrodriguezarana