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Expertos recuerdan que el cannabis fomenta las enfermedades mentales

   

El responsable de Salud Pública José Díaz-Flores, y el psicólogo especialista Víctor Camacho. / DA

El responsable de Salud Pública José Díaz-Flores, y el psicólogo especialista Víctor Camacho. / DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

El consumo habitual de cannabis dispara las posibilidades de sufrir distintas enfermedades mentales. Es el mensaje claro que las autoridades sanitarias isleñas pretenden recordar a la ciudadanía tras detectar que en la última Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y otras Drogas (EDADES), un sondeo bianual del Ministerio de Sanidad referencia en el sector, los canarios mostraron menor percepción de riesgo con respecto a esta droga que, por ejemplo, al tabaco.

“Los estudios son claros al respecto”, señala el director general de Salud Pública de Canarias, José Díaz-Flores. “El consumo habitual de cannabis multiplica por cinco la aparición de cuadros de ansiedad y/o depresivos, y eleva entre un 25 y un 40% la predisposición a sufrir trastornos psicóticos de carácter, por ejemplo, esquizofrénico”, alerta este alto cargo del Gobierno de Canarias que, además, es doctor en Farmacia y como tal fue responsable de servicios farmacéuticos de centros de atención a drogodependencias durante nueve años de su carrera profesional.

Con esos datos, ¿cómo es posible esa baja percepción de riesgo entre la población? “Porque es una droga de fácil acceso y en internet puedes encontrar desde clubes sociales consagrados a la misma a normas para cultivo y hasta recetas para cocinarla; vamos, como si fueran geranios”, ironiza Víctor Camacho, otro especialista aunque de una rama distinta, ya que es psicólogo con más de 30 años de experiencia en drogodependencias. Para Camacho, la gente no ve como un peligro el cannabis “por el alto grado de permisividad existente, que está tirando por la borda el trabajo de muchos años”.

Díaz-Flores apunta otro motivo: “Si los encuestados ven menos peligroso el cannabis que el tabaco también es porque al fin se percibe el tabaco como una sustancia muy peligrosa, pero es preocupante, dado que se trata de una tendencia que ya se marcó en la encuesta de hace dos años”.

Tanto el psicólogo como el alto cargo coinciden en un rasgo del cannabis esencial: “Es la puerta de entrada, la primera droga ilegal que se prueba”, recuerda Díaz-Flores. Camacho incide en el asunto: “A los chicos les apetece el mundo de lo prohibido y hay que aclararles que no hay ni una sola droga buena porque todas producen un falso placer”.

El síndrome amotivacional y los ninis

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

El psicólogo tinerfeño Víctor Camacho lleva más de 30 años atendiendo a drogodependientes. Durante todo ese tiempo ha acumulado una experiencia que le permite desgranar con claridad las consecuencias del consumo habitual de cannabis. “Uno de los efectos más evidentes es el síndrome amotivacional, esa desgana por todo tan propia de la llamada generación nini, en referencia a los que no muestran deseos ni por trabajar ni por estudiar” explica Camacho, que inmediatamente aclara que “no estoy diciendo que todos los fumadores de cannabis sean ninis ni que todos los ninis sean fumadores de cannabis, sino que una explicación a este fenómeno pasa por el síndrome amotivacional”.

El especialista destaca el hecho, comprobado científicamente, de que la iniciación al cannabis llega en edades muy tempranas: “Si en muchas ocasiones consumir cannabis lleva aparejado algún tipo de problema de salud mental, que se haga en una edad tan difícil como la adolescencia supone un lastre para el desarrollo personal, que suele estancarse”.

Camacho cree que las autoridades “trabajan en la dirección correcta, pero hacen falta más medios y aplicar políticas transversales para un problema que no es exclusivamente sanitario”.