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Génesis – Por César Martín

   

De cuando en cuando miro hacia atrás. No es que piense que todo pasado es mejor, porque soy más de lo que cantaba Jorge Drexler: “No hay tiempo perdido peor, / que el perdido en añorar”. Tampoco es nostalgia de lo que fue, ni apología de la EGB y los ochenta, tan de moda últimamente, lo cual, no me hace sino recordar que vamos cumpliendo primaveras y el discurso se parece cada vez más al que hicieran nuestros padres, cuestión de épocas imagino, a todos nos toca. En este caso, la retrospectiva es tan sólo la necesidad de rememorar la esencia de lo que soy. En la infancia construí el adulto que ahora les escribe y ya se sabe, la clave de lo que somos, cuentan los especialistas, está en ese período de la vida. Los sueños, los motivos, aquella capacidad para imaginar… todo se fraguó mientras jugaba en el zaguán de la casa de mis padres, en el patio de Pedro y Carmen o en el recreo del colegio. Siempre había una razón por la que reír, también por la que llorar. Fue en ese entonces donde me llené de historias, de las que sucedían de verdad y de las que fraguaba en mi imaginario. Todo era fresco, con sabor a descubrimiento, a hazaña lograda, a terreno conquistado. El tiempo pasaba tratando de abordar el reto diario de la supervivencia, como si no hubiera un mañana. Y así crecí, lleno de ganas de vivir y alguna que otra frustración, nada grave, aunque haya días que en los que todavía dan su latigazo. Ahora la vida tiene otros matices y hay momentos en los que puedes encontrar un vacío de pronto. El bombardeo de imágenes, sonidos y palabras es constante, agobiante, tanto que no hace sino socavar un enorme agujero mental, un espacio donde dejo de encontrar el sentido. Igual es que uno ya viene cansado del esfuerzo, aburrido de oír la misma cantinela. Es esta sensación de que todo está en el mismo sitio, estático e invariable. Por eso me gusta regresar al niño que fui y en el que hoy me veo reflejado, combatiendo los sinsabores con la misma ilusión de entonces, fiel a la idea de seguir creciendo más allá de infinito.
@cesarmg78