Los dos acusados, de espaldas, frente a la fiscal Francisca Sánchez y a la letrada Beatriz Pérez. | FRAN PALLERO
TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Tras seis días de testimonios y periciales, el Ministerio Público se reafirma en sus primeras conclusiones y ayer sostuvo la solicitud de la máxima pena posible para los dos acusados por la muerte de sus propios hijos, acaecida en una vivienda del santacrucero barrio de Vistabella allá por diciembre de 2011.
En idéntica solicitud de castigo, consistente en una condena que les prive a ambos de libertad por un total de cuarenta años -veinte por cada asesinato- se ratificaron tanto la acusación particular en nombre del padre de la niña mayor (hija de un anterior matrimonio de Sonia) como la popular que ejerce la asociación Lakshmi.
A su vez, tanto la defensa de la mujer como de Jesús (más conocido como Ponce el Curandero), insistieron en pedir para sus clientes la libre absolución.
El único cambio respecto a las posturas planteadas inicialmente fue el protagonizado por la acusación particular en nombre de la familia materna de los pequeños, que redujo la solicitud de pena a Sonia a un total de 6 años como cómplice de la muerte de la niña, Tindaya, y encubridora de la muerte del pequeño, Joseba.
Para hoy está previsto que la magistrada de la Sección Sexta que ha presidido esta vista, Esmeralda Casado, entregue a los miembros del tribunal de jurado popular el llamado objeto de veredicto, una suerte de cuestionario sobre el que decidirán el futuro procesal de los acusados.