Mucho gofio para tan poco Decano

Alberto, Ayoze Díaz y Ayoze Pérez celebran el tanto de Suso. / SERGIO MÉNDEZ

MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife

Derroche soberbio, extraordinario y grandilocuente el que hizo el CD Tenerife de sacrificio, entrega, pundonor, calidad y fútbol para derrotar con total merecimiento a un Recreativo de Huelva que fue sometido sin piedad durante 75 minutos. El Tenerife más canario de los últimos tiempos, con nueve jugadores del Archipiélago en la formación inicial más Édgar y Nano que entraron en la segunda parte, fue un vendaval imparable para los aplatanados jugadores onubenses, quienes llegaron a desquiciarse por completo. Solo un nefasto arbitraje, el protagonizado por Jesús Muñoz Mayordomo, puso en peligro una victoria de debería haber sido mucho más amplia. Lo evitaron las sensacionales paradas de Cabrero, el mejor del equipo decano. Únicamente Suso acertó en una jugada de tiralíneas, pero también se lo merecieron, y mucho, Aridane y Ayoze. Con 41 puntos en el casillero, los blanquiazules tienen al alcance de la mano la permanencia y se acerca la posibilidad de soñar con clasificarse para la liguilla de ascenso.

En uno de los mejores partidos vistos esta temporada en el Heliodoro, de esos que crean afición, el equipo de Cervera derrotó a un equipo que llegaba a la Isla tras siete semanas sin conocer la derrota y que aspiraba a colocarse colíder de Segunda División.

Se ve que a los onubenses les afectó el largo desplazamiento a Tenerife. Ya lo pronosticó su entrenador, Sergi Barjuan, en la rueda de prensa previa al encuentro. Dijo el exinternacional que viajar a las Islas Canarias aplatana a los futbolistas. Acertó de pleno. Enchufados, veloces, trabajadores y sacrificados, los jugadores locales superaron en todas las facetas del juego a su adversario durante la primera parte.

Entraron de inicio, como novedades, Moyano, Aitor y Alberto. Los dos primeros fueron los únicos no canarios que jugaron en la formación titular. Hecho histórico. Otro tanto más que se apunta el entrenador del Tenerife.

El conjunto tinerfeñista saltó al campo con la clara intención de adjudicarse el triunfo y tenía claro cómo hacerlo. De hecho, no se había alcanzado un cuarto de hora de partido y ya mandaban en el marcador.

El único gol del partido nació de una preciosa jugada en la que intervinieron Aridane y Suso. El primero arrancó en velocidad, mientras el segundo se internaba por el carril diestro. Ambos triangularon y la asistencia final del grancanario la aprovechó el de Taco para colocar el balón lejos del alcance de Cabrero. Golazo. La fiesta se desató en las gradas del Heliodoro, que vivió una dulce despedida de la principal fiesta de la capital, los Carnavales.

Aitor Sanz y el portero Diego Rivas fueron expulsados y no viajarán a Mallorca. / SERGIO MÉNDEZ

El Recre no la olía y en los primeros 20 minutos ni siquiera llegó a pisar el área de Roberto. Sí que lo hacía el Tenerife en el saque de una falta desde la izquierda que fue repelida por Cabrero, quien atajó después el balón ante un remate de Ayoze Pérez que pudo ser el 2-0.

El Decano resistía ante un adversario que siguió sacando córners. Llegó a sacar 18 en todo el partido. Además, aprovechaba la banda derecha para crear dudas en la zaga contraria, ya que Fernando Vega se sentía incómodo en esa zona. Aridane, Ayoze y Suso fueron los jugadores más incisivos de los locales.

Hasta que no se cumplió la primera media hora de encuentro, no llegó una acción ofensiva de mérito de los de Sergi Barjuan, aunque sin excesivo peligro. Y precisamente eso es lo que crea Ayoze en cada balón que toca. Lo demostró, una vez más, en el minuto 34, cuando lleva a cabo un control orientado y se gira pese a estar rodeado de defensas. Vega despejó a córner otra acción para la galería que deja la perla de la cantera.

Luego fue Cristo Martín quien lo intentó con un lanzamiento lejano.

Los últimos minutos de la primera parte fueron un recital de juego duro y marrullero de la escuadra andaluza, que contó con la permisividad del colegiado de la contienda, que no supo, o no quiso, frenar la escalada de agresividad del Recreativo. Patadas, empujones y demás acciones sucias y feas eran el fiel reflejo del desquiciamiento absoluto que sufrieron los onubenses.

En la segunda parte no cambió demasiado el decorado de la película. El Tenerife seguía siendo el mismo, un equipo serio en todas sus líneas y bregador.

Sergi arriesgó restando efectivos a su defensa y el Tenerife pasó a jugar al contragolpe. Las jugadas de peligro siguieron cayendo para el bando insular.

Tanto que fue Cabrero el que evitó que su equipo sucumbiera con una goleada de las que hacen daño. El portero del Huelva estuvo inmenso en tres acciones consecutivas.

La primera acontenció en el minuto 56. Suso centró con maestría desde la banda derecha y Aridane impactó de cabeza con el balón en el segundo palo. Solo la estirada fenomenal del meta evitó el 2-0 que ya cantaba la grada. Acto seguido, nuevamente el cancerbero adversario desbarató otra ocasión clara que dispuso Aridane en un remate cruzado que envío a córner. Este saque de esquina, rematado por Alberto, se estrelló en la madera. Se resistía el segundo tanto de la tarde, por mucho que los méritos fuesen más que suficientes.

La gota que colmó el vaso del infortunio fue otra oportunidad que se quedó en el larguero del Huelva, tras otra acción impresionante de Ayoze.

El Heliodoro no se podía creer lo que veía y ya empezaba a pensar que perdonar tanto no iba a traer un buen resultado. No se equivocó. Un trencilla al que se le había visto un deje peligroso durante gran parte del partido se convirtió en actor principal de la película cuando expulsó por doble amonestación al tinerfeñista Aitor Sanz.

La primera cartulina se la mostró al mediocentro tinerfeñista por protestar una falta que le habían hecho y que Muñoz Mayordomo, del Comité Territorial Castellano-Manchego, no señaló a pesar de su claridad. La segunda amarilla se la ganó por cortar en la medular un contragolpe del Huelva. Cervera tendría que haber reaccionado antes y haber quitado del campo a Aitor, quien se perderá el duelo ante el Mallorca y encima seguirá con cuatro amonestaciones.

Con 10 en el campo, al Tenerife le tocaba sufrir. No tardó el Recre en crear peligro. La ocasión más notable fue tras un córner que cabecea Zamora, pero Suso sacó el gol de la base del poste izquierdo y así evitar el empate.

Los últimos minutos resultaron una pesadilla, pero esta vez el Huelva no tuvo la suerte que sí tuvo en el partido de la primera vuelta y el Tenerife pudo ganar el partido con total justicia.

Partidazo y expulsión de un Aitor Sanz que brilló mientras estuvo en el campo. / S. M.