La bocana de la Marina Tenerife es una excelente salida para la vela ligera. / SERGIO MÉNDEZ
Pendiente de confirmar con el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, el apoyo necesario y una subvención de 300.000 euros para la realización de las obras, el proyecto Tenerife Navega ya está dispuesto a echar a andar, una vez que su promotor, el incansable Manuel Santaella, expresidente de la Federación Tinerfeña de Vela, logró el visto bueno de Erasmo Cabrera, concesionario de Marina Tenerife, en la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife.
Cabrera, propietario también de Náutica y Deporte Tenerife SA, se muestra entusiasmado con la idea de albergar en sus instalaciones “un proyecto de este calado”, porque entiende que “tenemos una grandes condiciones para que se conozcan en todo el mundo” , considerando, además, que para Marina Tenerife resulta interesante “integrar la vela olímpica junto a las embarcaciones de recreo”.
Hace unos días, Santaella y Cabrera visitaron las instalaciones y estudiaron el proyecto del futuro edificio que albergaría el puerto y que según Manuel Santaella “está presupuestado en 300.000 euros”, una cantidad que en principio debería abonar el Cabildo, uno de los padres de la criatura, tras la aceptación que recibió por parte del presidente insular y de las áreas de Turismo (Miguel Ángel Santos) y Deportes (Cristo Pérez) hace ya unos cuantos meses.
Ahora, tras descartarse otras ubicaciones como San Miguel o La Galera, el proyecto Tenerife Navega, que se trata de promociones turísticas deportivas con carácter olímpico, se empezará a desarrollar en Marina Tenerife, con la idea de atraer a los regatistas olímpicos de distintos países europeos y americanos durante al menos tres meses de invierno, invitándoles a que lleguen a la Isla solo con la mochila, dado que Tenerife Navega se encargaría de facilitarles todo el material para la práctica deportivam, además de traslados y alojamiento. La idea, que ya ha comenzado a desarrollarse en Gran Canaria, es la de convertir a Santa Cruz y a Tenerife, en general, en un centro de entrenamiento internacional donde los regatistas puedan preparar, por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Río Janeiro 2016, pero, además, que acudan durante esos meses acompañados por su familia para compaginar deporte con turismo.