El próximo día 25 celebraremos el Día de África, efemérides que recuerda también la fundación de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en 1963, precursora de lo que es ahora la Unión Africana (UA), sin que sepamos a ciencia cierta si esa cita sirve realmente para algo
Solemos mirar hacia África como si toda ella fuera un solo país, y no un vasto continente que separa a dos océanos, como son el Atlántico y el Índico, en un entramado poliédrico de muchas etnias y culturas muy diferentes
El viaje oficial que ha realizado el presidente Paulino Rivero esta semana a Marruecos cabría calificarlo casi de incógnito, si se tiene en cuenta la tenue resonancia de última hora que ha generado en Canarias
En otros tiempos, o coyunturas, el anuncio hecho por el ministro Montoro del duro recorte de fondos para la cooperación al desarrollo en un 65,4% hubiera sido suficiente motivo como para desatar ríos de tinta en los medios de comunicación de esta España postrada
Sendos acontecimientos han marcado la actualidad africana de nuestro entorno en esta semana que ahora concluye, la victoria del opositor Macky Sall en las elecciones presidenciales de Senegal y el por ahora incruento y casi involuntario golpe de estado de Mali, llevado a cabo por un grupo de militares encabezados por un tal Amadou Haya Sanogo
Resulta muy comprensible que surjan voces en las Islas que aboguen por dejar la vía africana en función de una mayor concentración en Europa, como si fueran objetivos incompatibles, dada la negrura de las nubarrones económicos que aparecen en el horizonte
De las elecciones en Senegal podríamos sacar muchas lecturas, pero yo destacaría la madurez de un pueblo que aspira a consolidar una de las democracias más antiguas de África. Atrás quedan las revueltas y las ocho víctimas mortales de una campaña marcada por la pretensión del todavía presidente Wade de repetir un tercer mandato
Acabo de concluir la lectura de un libro icono de los cuadernos de viajes y plantilla de muchos aventureros y periodistas que transitan hoy por territorios africanos. Viaje al Congo fue escrito por el premio Nobel de Literatura André Guide a raíz de una expedición que realizó por varios países en 1925
Lo que me preocupa en cualquier caso es que esa fuente global de información sofisticada que nos alimenta cada hora y cualquier día a nuestra imagen y semejanza continúa trasladando su impresión estresante, quizás desangelada, de las realidades del continente vecino
Si tuviera que resumir las sensaciones que me han rondado esta semana respecto a África las expresaría con la palabra estupor. Lejos de poder consignar los muchos acontecimientos que siempre se generan en un territorio tan vasto como el del continente cercano a diario, me quedo con dos asuntos dignos de reseñar
El escenario que se despliega actualmente para Canarias en relación al eventual hallazgo de petróleo en nuestras aguas evidencia aun más, si cabe, la ambigüedad política internacional y nacional en la que nos hallamos
En ocasiones los arcanos caprichosos del azar hacen que coincidan en el tiempo circunstancias que pueden reforzar expectativas abandonadas por múltiples razones
No es fácil abogar por el continente vecino cuando las corrientes y las ventiscas se agolpan en una suerte de remolino que lo engulle todo. No es nada alentador luchar desde un rincón del Atlántico contra los repentinos golpes de timón que dan los patrones de un país que zigzaguea en sus políticas
Definitivamente el nuevo ejecutivo español dará la espalda al África Subsahariana, tal y como se desprende del discurso de investidura de Mariano Rajoy. El ya presidente del Gobierno se remitió a nombrar de pasada el Magreb como único punto de atención y prioridad de la política exterior
Quién nos iba a decir hace tan solo cinco años que la globalización que pedíamos desembocaría en este panorama crítico, contundente, de la economía occidental. Quién hubiera podido intuir que esa expectativa iría a darse de bruces con la realidad del fin de una inercia que distanciaba inexorablemente la riqueza de la pobreza
El déficit de líneas regulares con destino a cualquier país más allá de Marruecos, Mauritania, Senegal o Cabo Verde es tan insólito como incómodo para aspirar a establecer una relación cercana humana o comercial
Canarias está en suspenso, parada. Si digo que el planeta no se va a detener para que tomemos decisiones, es una realidad contundente que ni vale la pena argumentar. Además aseguro que el Archipiélago está perdiendo a pasos agigantados oportunidades estratégicas históricas
Tremendo revuelo que se ha armado entre los agentes de cooperación al desarrollo tras la reciente publicación del libro ‘Blanco bueno busca negro pobre’ del antropólogo Gustau Nerín, quien pone a caldo pota los resultados de las inversiones internacionales en los últimos 50 años