opinión > Ricardo Melchior Navarro

Adiós a cuatro tinerfeños cabales > Ricardo Melchior Navarro

La desaparición de una persona representa siempre una pérdida irremplazable que genera un vacío que nunca más podrá volver a llenarse. Cuando se trata además de alguien que a lo largo de su vida dejó patente su entrega decidida a la sociedad de la que formaba parte ese quebranto adquiere aún mayor trascendencia.

Lamentablemente, esa situación se ha reproducido en las últimas fechas y Tenerife ha debido asumir el fallecimiento de cuatro de sus hijos, de cuatro tinerfeños de verdad que, cada uno desde su ámbito de actuación, dedicaron su vida a engrandecer esta tierra nuestra y a procurar su desarrollo social y económico. La Isla ya no podrá estar en disposición de contar más con su presencia, aunque sí con su obra, con el legado de lealtad, honestidad y profesionalidad que supieron labrar durante unas trayectorias realmente ejemplares.

Enrique González González fue un verdadero ejemplo de dedicación a la profesión médica y, con ello, al bienestar y la salud de sus conciudadanos. Todos le recordaremos como un hombre cabal tan destacado en su preparación científica como en sus valores humanos. Fue presidente del Colegio de Médicos y de la Real Academia de Medicina de Canarias, además de miembro de las de Madrid y Cádiz, ciudad esta última en la que había cursado sus estudios. A esa vertiente profesional -en la que se incluye una estrecha colaboración con el Cabildo en temas relacionados con la salud y sanidad- añadió la inquietud cultural, puesta de manifiesto fundamentalmente en su vocación de escritor y en su pertenencia a entidades tan reconocidas como la Real Sociedad Económica de Amigos del País y el Instituto de Estudios Canarios.

Por su parte, Francisco Oramas Tolosa fue un hombre que, tras formarse técnicamente en el exterior, empeñó su esfuerzo en crear empresa en su tierra.

Así nació Iltesa, una compañía que desde su fundación hace medio siglo ha supuesto sin duda uno de los más representativos hitos industriales de las Islas. Durante largo tiempo ejerció su máxima responsabilidad e, incluso cuando la firma unió sus destinos a otra de resonancia internacional, también asumió las más altas responsabilidades. Ello habla de su dedicación y, al propio tiempo, de su eficacia profesional, una virtud que junto a su humanidad se encargan de resaltar sus compañeros.

A lo largo de su trayectoria, tuvo tiempo de aportar su trabajo y conocimiento desde el Cabildo, siendo promotor y partícipe de numerosas iniciativas para el desarrollo de la isla de Tenerife.

También en el caso de Fernando Jiménez Jiménez el recuerdo resulta imborrable. Los que nos enorgullecemos de haber contado con su amistad sabemos de sus cualidades humanas, de su honestidad y de su honradez.

Esos valores marcaron toda su andadura profesional, que le llevó a ejercer durante casi tres lustros la presidencia de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias.

Desde ella fueron constantes sus desvelos a favor de un sector de la máxima importancia socioeconómica.

Esa misma actitud fue, por lo demás, la que guió su actuación como consejero de Agricultura del Cabildo y vicepresidente de la CEOE-Tenerife.

A estas personalidades hemos de añadir la de Adelardo de la Calle Sansón, decididamente una figura fundamental en el proceso que condujo en su momento al Club Deportivo Tenerife a alcanzar las más altas cotas de su historia como entidad representativa del deporte isleño. Fue esa una tarea en la que persistió de una forma admirable desde su cargo de vicepresidente del club, en cuyo proceso de conversión en sociedad anónima ejerció singular protagonismo en apoyo de Javier Pérez, en aquel momento cabeza del equipo y responsable máximo de la mejor época que ha vivido el conjunto blanquiazul.

Como decimos, se trata de cuatro tinerfeños a los que debemos un entrañable recuerdo y un merecido respeto, tanto por su aportación para el desarrollo y mejora de la isla de Tenerife como por los consejos, basados en el conocimiento y la experiencia, que me ofrecieron a lo largo de su vida en sus respectivas áreas. Descansen en paz.

Ricardo Melchior Navarro es Presidente del Cabildo de Tenerife