NANA GARCÍA | Santa Cruz de Tenerife
Han pasado tres años de la presentación oficial de la Federación Tinerfeña de Murgas (Fetim), 36 meses en los que sus 11 grupos (al principio eran 12) han participado, colaborado y organizado destacados actos de carácter cultural, lúdico, deportivo o benéfico. Sin embargo, el evento de mayor relevancia al que han puesto sello es el Congreso Regional de Murgas de Canarias, cuya segunda edición ya tiene fecha, octubre de este año y se celebrará en colaboración con la Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife.
“La intención, después del primero que celebramos en diciembre de 2009, era hacerlo con carácter bianual, por lo que el segundo tendría que haberse celebrado en diciembre de 2011, pero las dificultades para conseguir colaboraciones y patrocinios, unido a que nuestra intención era darle un impulso mayor que el primero, nos obligaron a posponerlo”, explica Carlos Estévanez Blasco, secretario de Fetim y componente de Los Trabas.
El Segundo Congreso Regional de Murgas contará, por tanto, con ponencias a cargo de investigadores y expertos, mesas de debate, invitados relevantes y actividades formativas para alumnos de la ULL. “Queremos involucrar a los estudiantes con el objeto de vincular la vida cultural o divulgativa al Carnaval para que la fractura que hemos creado no crezca”, agrega Estévanez.
Este Carnaval 2012, además del acostumbrado Sábado de Piñata con el que la Federación de Murgas ha querido “recuperar la esencia” de los carnavales de antes en que “participaban mucho más los grupos” en la calle de manera espontánea, en el mes de febrero organizará en la Casa Viña Norte de La Laguna una exposición que tendrá como protagonista la obra del diseñador Luis Dávila.
Tal y como explica el secretario de este organismo, la trayectoria de este creador lagunero centrará también el segundo libro que será editado por este organismo murguero y que tendrá como autor al historiador Ramón Guimerá.
En proyecto aún tienen la campaña solidaria que realizan en cada fiesta de la máscara -en las ediciones pasadas grabaron cedés y DVD con pasacalles y fases del concurso- cuyos beneficios destinan cada año a organizaciones sin ánimo de lucro. Para este 2012 “no hay nada concreto, pero existe intención de continuar con ello”, apostilla Carlos Estévanez. Cabe destacar que en las últimas Navidades, la Federación Tinerfeña de Murgas, y algunos grupos no federados, colaboraron con el área de Fiestas en la Cabalgata de los Reyes Magos participando como figurantes, y del 21 de diciembre al 6 de enero contaron con un puesto en el Mercadillo de Navidad en la plaza de la Iglesia de La Concepción, para comercializar productos de cada murga como del organismo, con la finalidad de autofinanciar su participación en este Carnaval -cabe recordar que este año el Ayuntamiento ha recortado la subvención.
Para el futuro este organismo espera, asimismo, poder hacer proyectos conjuntos con la Federación de Murgas del Norte (Femunt).
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Déficit cultural
Si bien la Federación Tinerfeña de Murgas se creó inicialmente con el ánimo de defender los derechos del colectivo de la crítica y del Carnaval “aportando ideas”, este organismo no ha querido conformarse con ese papel y, “sin que sea excluyente”, sus aspiraciones les ha llevado a intentar completar “un déficit cultural” que existe en la fiesta más internacional de la capital tinerfeña. “El Carnaval podría ser un activo importantísimo de nuestra propia idiosincrasia, y lo que se conoce no tiene nada que ver con la realidad; no hay un archivo histórico ni una base que lo vinculen a la cultura”, indica el secretario, Carlos Estévanez. Por esta razón, con el objeto de “crear una seña de identidad de verdad y vincularla al pueblo”, la Federación de Murgas trabaja en iniciativas relacionadas con la investigación y documentación histórica con el objeto de evitar que se produzca “una desconexión” de la fiesta de la máscara con la expresión popular de la cultura. El representante de la Federación de Murgas defiende que el Carnaval históricamente “lo ha hecho el pueblo, pero desde las clases más humildes a las más altas” y cita para ello sociedades como el Casino o el Círculo de Amistad XII de enero. Al contrario de lo que ocurre en fiestas de otros lugares, en Tenerife, según Estévanez, “no existe una fractura social en Carnaval”, una ventaja que debería aprovecharse para poner en valor esta fiesta capitalina.
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