El control de drogas en la conducción > Sergio García de la Cruz

En mi artículo titulado Controles de Drogas, publicado en el DIARIO DE AVISOS Del 28 de septiembre, daba cuenta de que la Unión Europea, consciente del peligro que supone conducir bajo los efectos de las drogas, realiza unos estudios sobre la repercusión que tiene el consumo de estupefacientes en la capacidad de conducción. El fin de esos estudios es aportar nuevas ideas que ayuden a prevenir el gran impacto que dicho consumo está causando en la seguridad vial. Estos estudios se denominan Druid.

En la actualidad, España aplica menos de un 4% en contramedidas, la mayor parte de ellas dirigidas a evitar el consumo de alcohol en la conducción. Casi todas ellas se basan en la realización de controles de alcoholemia y de ciertas campañas de prevención a través de los distintos medios de comunicación. Aun así queda mucho por hacer y muchas medidas que aplicar. En este país, y especialmente en Canarias, hay una asignatura pendiente: los controles de drogas ilegales en la conducción.

A pesar de que el coste de estos controles es mayor que el de los controles de alcoholemia, terminan siendo muy beneficiosos. Sin duda, el alcohol es el número uno en cuanto a consumo, seguido por las drogas ilícitas y los medicamentos. Se estima que un 3,48% de los conductores toman alcohol, un 1,90% drogas ilícitas y un 1,36% medicamentos.

Las drogas ilícitas detectadas con más frecuencia son las THC (tetrahidrocanabinoides-cannabis), seguidas por la cocaína, siendo las anfetaminas y opiáceos menos frecuentes, y el perfil para éstas es la de un hombre joven con un consumo mayor durante los fines de semana. Los medicamentos están más presentes en mujeres de mayor edad y durante las horas diurnas.

En cuanto a la detección, existen muchos dispositivos. Eso sí, unos más precisos que otros. La mayoría de ellos tienen unos valores de precisión que se sitúan por encima del 75%, a excepción del cannabis que está entre el 41 y el 82%. Podemos decir que aunque ninguno de los dispositivos ha alcanzado el valor objetivo del 80% de sensibilidad, especificidad y precisión, estamos en un nivel muy prometedor para una o más clases de sustancias. Uno de los mejores dispositivos fue el STAT, a excepción de la prueba de cocaína, donde era un poco menos sensible. El mejor dispositivo de sensibilidad para las anfetaminas fue el DrugWipe 5, pero sin duda, quien aportó los mejores resultados fue el DrugTest 5000. Desde una perspectiva práctica policial fueron dos los dispositivos más prometedores: el Cozart DDS y el Dräger Drug Test 5000.

Aun así, estos dispositivos de detección no dejan de ser un test indiciario de delito, y hay que estar atento a los posibles falsos indicios positivos/negativos, y, por tanto, a su posterior análisis en los laboratorios homologados.

* Experto en Seguridad Ciudadana