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Las chicas son guerreras

Roller Derby Tenerife y Helsinki Roller Derby posan durante un entrenamiento. / JAVIER GANIVET

SUSANA NASSER | Santa Cruz de Tenerife

La revolución del patinaje sobre ruedas. Tenerife Roller Derby, equipo femenino pionero en España, se encuentra preparando el primer partido de la temporada frente a las Helsinki Roller Derby, que tendrá lugar este sábado a partir de las 19.00 horas en el Pancho Camurria. Será el primer encuentro que se disputará en España. “Estamos muy contentas, y a la vez nerviosas al tratarse de un primer partido”, explica Paula Darias, jugadora del cuadro insular.

El equipo tinerfeño surge cuando una estudiante universitaria se marcha a Manchester en el año 2010 para cursar los estudios de Erasmus y se incorpora a las filas de un equipo inglés de esta modalidad deportiva. Tras su regreso a la Isla, decide formar un grupo que inicialmente comenzó siendo un círculo amistoso y así depositar en él su experiencia. “Ahora es la capitana del equipo, y gracias a ella hemos formado lo que somos ahora”, explica Darias. “A partir de la creación de nuestro conjunto empezaron a formarse también en Barcelona, Valencia, Madrid…”, añade.

Esta modalidad deportiva nace en los años 70 en Estados Unidos. “Se trata de un deporte de contacto en equipo, sobretodo practicado por mujeres. En categoría masculina no tiene tanta aceptación”, cuenta la tinerfeña. “Está basado en el patinaje sobre ruedas y no existe pelota”, continúa.

La velocidad, la agilidad y la fuerza son los tres complementos esenciales para la práctica del Roller Derby. “Es estupendo y muy divertido; para jugar a este deporte solo hace falta estar en forma. Una mujer grande te da potencia y fuerza, una más pequeña, agilidad”, asegura.

Se trata de un deporte en el que cada equipo está formado por cinco jugadoras. “Una de las cinco, conocida como jammer, será la única que puede puntuar; y se diferencian por llevar una estrella en el casco”, explica Paula. Las jugadoras patinarán sobre una pista ovalada que está delimitada por líneas, en el que el centro de la misma no puede utilizarse. De este modo “las ocho jugadoras de ambos conjuntos, mezcladas entre sí, esperarán en la pista a las dos jammers para tratar de derribar a la rival. Estas saldrán después de que alguno de los siete árbitros que entren en juego pite el inicio. Para derribar a la contraria solo se podrá usar el trasero, los hombros y las caderas”.

El objetivo es atravesar la pista sin cometer faltas y sin caer al suelo. Asimismo, el encuentro tiene una duración de una hora y está delimitado por tiempos de dos minutos cada juego en el que rota la jammer.

Para este sábado, las chicas del cuadro tinerfeño han vendido a través de distintas acciones de marketing propias “500 entradas y solo quedan 20”, expresa Darias. Y es que la “autogestión es decisivo para este deporte”.