NICOLÁS DORTA | San Miguel
Ignacio González Toledo, empresario de 57 años, seguirá aspirando a la Alcaldía por el PP mientras el comité local continúe apoyándolo, tal y como hizo en las pasadas elecciones, donde el PP obtuvo casi el triple de votos, unos 800. “Cuando me meto en un proyecto me gusta involucrarme”, dice. Es concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Miguel, en equipo junto a María José Tacoronte, la anterior candidata, y ahora recién elegida consejera en el Cabildo por su partido. Forman una oposición que busca la cercanía al ciudadano. González, a pesar de ser usuario de nuevas tecnologías (porta un Ipad, como muchos compañeros de su partido) prefiere el trato directo, el cara a cara: “Conocer con quién estoy hablando”, matiza. Vive rodeado de vegetación, de naranjos, viñas, conejos, gallinas y cerdos. “Comen tan bien que hasta me dan los buenos días”, bromea. Agradece a la presidenta del PP, Cristina Tavío, y a María José Tacoronte por apoyarlo en su camino. “Me parecía que podía aportar algo a este equipo y había cosas de San Miguel que no me gustaban”, comenta a este periódico.
-¿Cómo ve la situación financiera del Ayuntamiento tras la aprobación del último presupuesto municipal?
“Primeramente, se ha bajado de 17 a 15 millones de euros y cuando esto no va acompañado de inversiones tenemos un problema. Tampoco el Ayuntamiento ha acortado el gasto de personal. Si tenemos unas previsiones de recaudar menos dinero no es comprensible que se siga gastando en esta partida. Tampoco es necesario tener a tanto concejal liberado, a los que por cierto no se les evalúa por su trabajo. Sin embargo, a cualquier otro trabajador sí. No puede costar casi 400.000 euros el sueldo de los políticos en un pueblo como San Miguel. Se deberían pedir resultados al político y actuar en consecuencia. El municipio de San Miguel arrastra una deuda que oscila entre 14 y 15 millones de euros y lo peor es que no sabemos dónde están las inversiones. Eso se ha notado en la gestión”.
-¿Por dónde pasa el futuro del municipio?
“Por incentivar las tres áreas donde podemos crecer: el turismo, la zona comercial de Las Chafiras, una de las más importantes de Canarias, y la agricultura. Debemos crear conciertos con la iniciativa privada para que se generen y fructifiquen inversiones. Tenemos dos playas, en San Blas y Amarilla Golf que están paralizadas por la falta de gestión y la excesiva burocracia. Si llegásemos a algún tipo de acuerdo con empresarios, concediendo la explotación para acondicionarlas, todo sería más rápido, y por supuesto, beneficiaría a este espacio público, que es de todos. Esto enlaza con el desarrollo del sector turístico, fomentando el turismo de golf, con alto poder adquisitivo que acude a nuestro municipio. Por cierto, no tenemos todavía la calificación de turístico”.
-¿Qué cambiaría en la gestión municipal?
“Las políticas en general se han realizado más para los partidos que para el pueblo y eso no ha sido bueno. Los políticos se han desvinculado un poco de cuáles eran las necesidades reales de los ciudadanos. Cuando todo va bien, cuando los ingresos son altos es fácil gobernar, pero eso no es lo mismo que gestionar, que es hacer mucho con poco. En Las Chafiras hay muchas naves sin terminar. Vivimos en una época en la que todo el mundo pide dinero para todo, y subvenciones, y alguien tiene que pagar eso. El sector financiero ha cometido unos errores enormes, y este es un problema en conjunto. San Miguel se ha visto con la necesidad de subir impuestos, y es a corto plazo lo único que puede hacer. No estoy de acuerdo pero me pregunto cuál sería la solución. También creo que el gobierno, el nuestro y del Estado, debe hacer un esfuerzo en educación. La riqueza de un país reside en la educación. El coste de la misma siempre será mejor que el de la ignorancia”.
-¿En qué situación se encuentra la agricultura?
“Tiene un gran peso específico en nuestro municipio. La cooperativa de San Miguel Casmi enviaba a Inglaterra 22 millones de kilos de papas. Hoy eso no existe. Produce cuatro millones de kilos, y digo que no son suficientes. Hay un problema de importación. Todo lo que proviene del campo debemos fomentarlo, porque es nuestra historia. La deuda que tiene Casmi la estamos bajando aunque necesitamos un proceso de mejor gestión. El agricultor debe llegar a mejores acuerdos con los mercados. El potencial que tenemos no lo podemos dejar escapar. Trabajar, y más trabajar, es lo que nos queda”.
-¿Qué le parece el actual pacto entre CC y el CCN en el Ayuntamiento de San Miguel?
“Los matrimonios de conveniencia no son buenos. Nunca me han gustado. Yo soy partidario de que gobierne el partido más votado, pero a veces eso hoy es complicado. También creo que no es bueno que un partido político se instale en el poder durante muchos años”.