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Los directores de los hoteles, en el juzgado hasta las tres de la mañana

TINERFE FUMERO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Hasta las tres de la madrugada en el juzgado. A buen seguro que, cuando comenzó la semana pasada, ninguno de los catorce directores de los hoteles tinerfeños se vería en una sede judicial a las tres horas de la madrugada del pasado sábado a cuenta de unas prácticas para estudiantes de turismo que se llevan a cabo en sus establecimientos desde hace más de una década.

Sin embargo, la denuncia de algunos de dichos estudiantes, que se sienten engañados por la Escuela de Turismo Tejera Reyes, ha devenido en el llamado caso cursos, que se instruye en el juzgado número 4 de Arona.

Es su titular, el magistrado Nelson Díaz Frías, quien lleva las riendas de un asunto que ya consta de cinco tomos y que el pasado martes motivó el arresto del organizador de los cursos, único detenido en la causa.

Tras tomar declaración la policía a los catorce directores (que llevan los destinos de siete u ocho complejos del Sur, alguno entre los mejores de España), fueron citados al juzgado para el jueves pasado. Sin embargo, al tratarse de estudiantes extranjeros, el juez optó por que declarasen estos alumnos como testigos como prueba preconstiuida durante todo el viernes, lo que obligó a los directivos a comparecer, ya que seguían imputados.

De momento, la única decisión del magistrado tras este auténtico maratón (copó la actividad del juzgado) es poner en libertad con cargos al único detenido, a la espera de que decida sobre la situación de los directores.

Tal y como ya explicó Ashotel en un comunicado, sus asociados han explicado al juez que desconocían que existiera irregularidad alguna y que, en todo caso, siempre se actuó de buena fe en unas prácticas que se remontan a hace más de una década. A sete respecto han destacado que la documentación utilizada, cuya legalidad o al menos idoneidad se pone ahora en duda, ha valido hasta hoy tanto en Extranjería como para pedir los visados.

Por lo que respecta a las declaraciones de los estudiantes, se dividen claramente en dos bandos: los que se sienten explotados y los que alaban la utilidad de las prácticas realizadas.