ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife
La culpa es, sobre todo, de la falta de precipitaciones, pero también de la profusión de plagas, y dentro de éstas de la reaparición con fuerza, en parte por los cambios en el tiempo (menos humedad y temperaturas medias más altas), de la aún no controlada en el campo isleño polilla guatemalteca de la papa; para los productores, sencillamente el bicho.
La sequía de finales de 2011 y de lo que se lleva de 2012 ha puesto contra las cuerdas a los productores locales de papas de media estación (la que se recolecta en meses de primavera y de verano, la oferta más relevante en las Islas Canarias), en especial a los cosecheros de este tubérculo en tierra de secano. Éstos son los que en 2012 solo recolectarán pérdidas y más pérdidas. Es lo que toca y lo que, por desgracia, se deberá añadir a los otros impactos de la prolongada crisis económica que afecta a España y a Canarias. O sea, más descapitalización en el sector agrícola local.
Pero ¿qué está pasando en el campo isleño y con los cultivos de secano de papas para que la situación que se prevé en 2012 sea de las peores de los últimos años? Vayamos por partes. En primer lugar, hay que tener en cuenta que los cultivos de secano dependen de la lluvia, de la naturaleza, y en Canarias, en especial en Tenerife (la isla que más produce, que supera el 50% regional), la principal oferta de papa se concentra en explotaciones sin riego localizadas en las medianías altas de la vertiente septentrional. Esta realidad, unida a la ausencia de precipitaciones, y siempre contando con que no llueva bien en las próximas dos semanas, conducirá al desastre de esos productores porque solo podrán recolectar el 10% de las cosechas previstas para la campaña de media estación (según fuentes de los productores y de técnicos de campo), la que resulta de la siembra realizada a finales de diciembre pasado y sobre todo en enero de este año. Ello implicará que la oferta de media estación y secano en la Isla, en torno a seis millones de kilos controlados por grandes entidades comercializadoras, se pueda quedar en 600.000; es decir, la ruina absoluta. Y se dice ruina porque al ingreso que no entra en las cuentas de esos agricultores por la vía de la venta de la papa local a través de organizaciones de productores de frutas y hortalizas y de asociaciones de productores, lo que permite llegar al máximo de ayuda a la comercialización del Posei (en 2012 se ha subido de 0,15 euros por kilo a 0,25), se sumará el hecho de no poder cobrar esa ayuda de la UE, pues ésta solo se abona si hay venta. Así las cosas, el colectivo se verá sin nada más y nada menos que dos millones de euros (1,8 por caída de producción y 180.000 por no acceder a aquella ayuda). En total, dos millones menos, y solo en Tenerife y para secano.
Como ya se ha comentado, el origen del desastre que se avecina tiene que ver con el comportamiento del tiempo meteorológico en la estación actual y en la anterior, la de otoño, aunque sobre todo en invierno. Los últimos meses han sido demasiados secos, por no decir secos del todo, y ello ha impedido que la papa sembrada en secano se haya desarrollado como dictan los cánones, lo que, según técnicos del propio Cabildo de Tenerife consultados por entidades comercializadoras del Norte de la Isla, parece claro que llevará a la pérdida casi íntegra de la producción prevista, en torno al 90% (y en esta merma la polilla también resta). Ello supone, según la oferta comercializada en 2011 para la misma campaña, una cantidad global de 5,4 millones de kilos menos este año.
La cifra de pérdidas a la que ya se ha aludido para la isla de Tenerife incluso puede ser mayor debido a que, como apunta el presidente de la Sociedad Cooperativa Agrícola de Benijos (en La Orotava), Octavio Dóniz, se debe tener en cuenta que en diciembre y enero pasados los agricultores de papas sembraron el 20% más que en el año 2011.
Este incremento en la compra de semillas es para todas las firmas integradas en la organización de productores de frutas y hortalizas (OPFH) Aprofhote, de la que forman parte la citada cooperativa de La Orotava; la de San Isidro, en Granadilla, y la de Las Medianías, en San Juan de la Rambla, más alguna otra sociedad mercantil, como es el caso de Villaoro.
Claro queda pues que hay razones para llevarse las manos a la cabeza. Tal y como apuntó Dóniz, que regenta la entidad que más oferta papa del país en toda Canarias, su OPFH vendió a socios unos 14.000 sacos de semillas de variedades blancas en unidades de 25 kilos. Ese dato, si se aplica un rendimiento de 20 kilos por uno, significa que la cosecha prevista era, en condiciones normales, superior a los seis millones de kilos.
Pero ya se sabe que los problemas nunca llegan solos, y así parece que es. Al problema de la sequía, señala la misma fuente, se une en la campaña en curso que ha habido mucha más gente que se ha arrimado al campo para intentar buscar un mínimo sustento, que en otras actividades, en especial la construcción, ello está muy complicado. Esto justifica el aumento en la comercialización de semilla. De igual manera, el desastre que ya se percibe en la cosecha de primavera-verano para secano ha derrumbado hoy el precio del saco de la papa de siembra, que ha pasado de hasta 20 euros en el momento de gran demanda a los seis o siete a que se comercializa en la actualidad.
El paisaje en las medianías altas de la vertiente norte es desolador. La papa no ha crecido y, para más inri, la que ya se ha cavado (extratemprana y temprana) está afectada por la polilla hasta en el 80% de las unidades recolectadas. La polilla ha vuelto con fuerza, lo que demuestra que bien poco se ha hecho en las Islas para erradicarla, y menos ahora se hará, sin un duro que poner del erario autonómico y local.
A estos factores, que han incendiado las expectativas de buena oferta, hay que añadir otro, el que apuntan fuentes de la organización agraria COAG-Canarias. Se trata del incremento de la ayuda Posei de los 0,15 euros por kilo de papa comercializada que se pagaban hasta ahora, para agricultores que venden a través de OPFH o entidades equivalentes (casi todos), a los 0,25 euros (más 66%) que se pagarán con cargo a las campañas de 2012 y años sucesivos. Y está claro que todo el mundo ha aplaudido la medida, pero en el ámbito señalado ha jugado en contra de rebajar el impacto de las pérdidas, pues ha sido, como siempre ocurre, un estímulo, que, ayudado por la recesión, también ha conducido a muchos a sembrar papas. Pero hay más: como que la Cooperativa de Benijos tiene serios problemas para desarrollar su actividad principal por la falta de materia prima, o que esta entidad, que es referencia en el Norte y en toda la Isla, está sumida en una honda crisis económico-financiera.
Este es el panorama: casi 400 hectáreas cultivadas de papas de media estación en secano que no darán casi nada en Tenerife; previsión de precios por las nubes en los meses de primavera-verano, y una probable invasión de papa importada, a precio alto y casi con origen en cualquier sitio. Los importadores tienen ante sus ojos la oportunidad de ponerse las botas; de controlar la oferta y de obtener buenas plusvalías: el óptimo. En fin, más de lo mismo en el frente, y en el Gobierno de Canarias sigue el soniquete de “no hay un duro en caja”, cantinela que vale para la Consejería de Agricultura y también para el Cabildo insular. Pero algo tendrán que hacer, que a esta gente, sumida en el máximo desconcierto y, en algunos casos, en el máximo empobrecimiento, no se les puede dejar solos. Queda mucho trabajo por hacer, que puede uno pensar que hoy todo sigue como hace 20 años.
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Coyuntura crítica
Los agricultores de papas de media estación, sobre todo los de Tenerife radicados en las medianías y con cultivos en secano, no olvidarán el año 2012, que seguro que será muy duro para ellos por las enormes pérdidas que tendrán que asumir. Estos cosecheros, que casi en su mayoría comercializan a través de OPFH o similares, en algunos casos no han cobrado sus producciones de 2011, tampoco la ayuda de 0,15 euros por kilo (que se debe pagar antes del 30 de junio de 2012) y, por si fuera poco, en el año en curso, cuando podían ser compensados por kilo comercializado con 0,25 euros, este dinero no lo verán ni en pintura porque no tendrán casi nada que vender, ya que el pago de ese subsidio del Posei está vinculado a la comercialización. Así las cosas, los productores sólo cuentan, los que la hayan tramitado, con una ayuda a la superficie cultivada de 910 euros por hectárea (Posei), que se puede pagar hasta por dos cultivos. Y nada más. Con estas tendrán que lidiar, además de con una coyuntura de recortes. Tenerife es la isla que más produce papa de Canarias, con casi 4.000 hectáreas y una oferta de unos 34 millones de kilos, según datos oficiales de 2010. Y luego queda ver qué pasará con la vid.
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