AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife
La que hoy mostramos es la foto más enigmática de cuantas han ilustrado hasta ahora esta sección de Imágenes con historia. Es una vieja foto en blanco y negro, de autor anónimo, captada a principios del siglo XX, en la que se puede ver un nutrido grupo de mujeres en los antiguos lavaderos de El Sauzal, posando para el fotógrafo y con sus ropas recién lavadas tendidas al sol.
La foto está expuesta al público desde hace algún tiempo en las dependencias del propio Ayuntamiento norteño, pero tras su reciente publicación en el libro Canarias, territorio del misterio, se ha originado un gran revuelo mediático por un extraño detalle que hasta ahora había pasado inadvertido. En la parte inferior derecha de la imagen se puede ver una silueta traslúcida que algunos aseguran que corresponde al espectro de la mismísima sor María de Jesús, la famosa monja sauzalera en proceso de beatificación, cuyo cuerpo incorrupto atrae cada febrero a miles de fieles devotos hasta el convento de Santa Catalina, en La Laguna. Este hecho curioso se analiza con detalle en la mencionada publicación, de la que es autor el periodista e investigador tinerfeño José Gregorio González, uno de los mayores especialistas canarios en temas de misterio.
Según explica González, esta foto se incorporó a los fondos municipales sobre el año 2005, tras formar parte de una exposición de fotos antiguas organizada por el Ayuntamiento de El Sauzal. “Lo que hace diferente a esa foto -relata el investigador- es la presencia de una silueta semitransparente que se antoja femenina y que algunos describen como vestida con hábito. Aparece en un lugar destacado de la composición y presenta un tamaño equiparable al de los personajes de carne y hueso que aparecen en ella”. Para el autor de Canarias, territorio del misterio, la explicación puede ser de lo más normal: desde un fallo en el revelado hasta un efecto de la luz, pasando por un fenómeno sensorial llamado paraidolia.
No obstante, la profunda devoción que despierta La Siervita en toda la Isla incita a interpretaciones paranormales de una curiosidad fotográfica, que, en cualquier caso, con milagro o sin milagro, refuerza la leyenda de la monja tinerfeña que fue amiga del pirata Amaro Pargo y que para muchos es una santa.
Ésta es, sin duda, una foto con historia…, y con misterio.