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Cándido Méndez (UGT), convencido de que la presión social en la calle llevará al Gobierno a rectificar

AGENCIAS| Madrid

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se ha mostrado hoy convencido de que la presión que la sociedad está ejerciendo en la calle contra la reforma laboral llevará al Gobierno a rectificar, algo que espera que ocurra antes de la huelga general del 29 de marzo. aunque la huelga general del 29 de marzo se pretenda presentar “como un pulso entre los sindicatos y el Gobierno”, se trata de un “envite del conjunto de la sociedad española” para que se dé marcha atrás una reforma laboral cuyas medidas, ha advertido, no desaparecerán cuando acabe la crisis.

En declaraciones a RNE, Méndez ha dicho que de igual manera que el Ejecutivo ha incumplido sus promesas electorales al subir los impuestos, ahora podría dar marcha atrás a una reforma que “va a cambiar de manera brutal el modelo de convivencia”.

“Este Gobierno termina haciendo lo contrario de lo que dice. Ojalá en este caso fuera más temprano que tarde y se evitara la huelga”, ha afirmado.

Los sindicatos brindan a la sociedad española, de la que ellos forman parte, un cauce democrático para expresar su rechazo a una reforma laboral “con la que todo el mundo pierde”: los jóvenes, los trabajadores de mayor edad, los temporales, los indefinidos, los parados, etc.

Méndez ha animado a la ciudadanía a sumarse a la huelga general porque considera que supone defender el futuro de las familias españolas frente a unos cambios “muy peligrosos”, razón por la que ha pedido a los trabajadores que no tengan miedo a secundar la jornada de paro y que “dejen el pesimismo para tiempos mejores”.

El líder de UGT ha asegurado que ha sido el Gobierno “quien ha provocado” el momento en el que se ha convocado la huelga y ha pedido al Ejecutivo que abandone el doble lenguaje que está manteniendo. “No se puede decir que esta reforma da oportunidades para crear empleo y luego se presenta un cuadro macroeconómico a Bruselas donde el propio Gobierno te reconoce que se van a destruir este año entre 630.000 y 650.000 empleos. Eso tiene que ver con la recesión, pero también con una reforma laboral que facilita el despido”, ha añadido.

Méndez ha recordado que mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decía que la reforma laboral era “justa, necesaria y equilibrada”, el ministro de Economía, Luis de Guindos, confesaba que era “extremadamente agresiva”. “Pretenden convertirse en los discípulos más aventajados con este ajuste”, se ha lamentado.

El dirigente sindical ha dejado claro además que las reuniones que mantienen con el Gobierno sobre la reforma laboral son de carácter técnico, por lo que no se trata de una verdadera negociación. “Todos los canales que nos brinden los vamos a aprovechar, pero siendo conscientes de que esto no resuelve el problema y que lo que se necesita es una verdadera negociación para no llevar adelante este desafuero”, ha dicho.

Méndez cree que, en base a la experiencia, el Gobierno del PP acabará por echarse atrás, pues ya lo hizo en 2002, cuando se rectificó la reforma aprobada por José María Aznar. Además, ha subrayado que el Gobierno de Rajoy es el de las modificaciones y los cambios, ya que ha modificado “de manera vertiginosa” sus promesas electorales.

“Este Gobierno termina haciendo al final lo contrario de lo que dice, y por el rechazo social a estas medidas, al final tendrá que modificarlo como ya pasó en 2002, cuando una hubo crisis de gobierno y una modificación profunda de lo aprobado”, ha explicado.

Méndez ve lógico que exista algo de miedo entre los trabajadores por secundar la huelga en unas circunstancias económicas como las actuales, pero ha recordado que esta reforma significa un “antes y un después” y que tras ese después no hay marcha atrás. “Para defender el futuro hay que superar ese miedo puntual de ese día”, ha añadido.