Esto no se cobra > Cristina García Maffiotte

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Esta semana se celebró el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad. Quizás usted no se ha enterado. No se preocupe, no se ha perdido nada. Puede usted continuar con su vida porque nada de lo que se dijo en el Parlamento de Canarias le hará cambiar esa sensación que le atenaza desde hace ya años y que le hace parecer un figurante de The Walking Dead.

A lo mejor, pese a mis advertencias, se queda usted con un regusto de angustia; con la sensación de que se ha perdido algo. Olvídelo, de verdad. Quítese de la cabeza esa impresión porque la sucesión de monólogos que se interpretaron desde la tribuna no lo tenían a usted como protagonista.

Que tampoco le entre la preocupación en el cuerpo pensando en las propuestas de resolución aprobadas. No se angustie aunque no sepa lo que se votó. No le afectan y si le afectaran cuente con que no van a servir para nada porque la gran mayoría se escriben en una barra de hielo que, tras el debate, se saca al sol en la calle Castillo. Se preguntará usted que para qué hacen todos los años un debate de este tipo. Pues por la misma razón por la que usted compra leche desnatada y no entera o responde, cuando le preguntan por su programa favorito de televisión, que lo único que ve son los documentales de La 2; porque se supone que es sano y por quedar bien.

Si insiste le puedo hacer un resumen. Ya le digo que de lo que a usted le preocupa de verdad no se habló o por lo menos no se habló como a usted le gustaría que se hablara; exponiendo el problema con realismo y planteando soluciones. No, así no lo hicieron.

Se habló de turismo, sí ¿Que qué se dijo? Pues nada, lo de siempre; que Canarias no puede seguir siendo un turismo de sol y playa. Ya, ya. No me diga más. Lo mismo que se pregunta usted me lo pregunté yo al oírlo. ¿Y si no somos de sol y playa de qué vamos a ser? ¡Pues turismo de aventura, claro! Metemos a los guiris en un coche para que vayan por el carril derecho de la TF-1 desde Santa Cruz hasta Arona, saltando de bache en bache y que sientan el miedo de verse adelantados por guaguas de dos pisos que van a 180. Pero no me haga mucho caso, que igual no se referían a eso sino a la necesidad de diversificar nuestra oferta turística. Sí, ahí tiene también usted razón, diversificar la oferta turística igual que diversificar la economía. ¿Ve? No siguió usted el debate pero ya intuye de lo que se habló porque los mismos llevan hablando de lo mismo desde hace décadas. A lo mejor, el problema es que tienen mala memoria o a lo mejor es que no saben hacerlo, que todo puede ser.

Sí, vale, tiene razón. Se habló de petróleo y sí, es verdad, el Gobierno ha dicho que está en contra. Pero nada, no se preocupe, quienes antes dijeron sí a las prospecciones ahora se reúnen con Greenpeace así que, igual, la próxima vez que usted ojee un periódico en la barra del bar han vuelto a cambiar de opinión pues resulta que ya pasó Repsol por caja. Así que, de verdad, continúe con su vida. No se preocupe, no piense que es mal ciudadano por no estar al tanto de lo que se cuece en el Parlamento de Canarias. Tranquilo. Siga con su vida sin remordimientos. Y por ellos, por los políticos, no se preocupe; ellos seguirán con la suya.