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Del Campo: “El proyecto Abama supondrá una inversión de 250 millones de euros”

Domingo del Campo, director general de Tropical Hoteles, perteneciente al Grupo Timón, propietario del Abama Golf&Spa Resort y del hotel Jardín Tropical. | J.L.C.

JOSÉ L. CONDE | Guía de Isora

Domingo del Campo, director general de Tropical Hoteles, perteneciente al Grupo Timón, propietario del Abama Golf&Spa Resort y del hotel Jardín Tropical, ha concedido una entrevista a este periódico para hablar del proyecto Abama, que invertirá 250 millones de euros en Guía de Isora. El alcalde Pedro Martín ya ha concedido la licencia municipal, lo que posibilitará en verano iniciar las obras.

-El Abama acaba de recibir la licencia municipal para empezar las obras de ampliación del proyecto turístico que quiere desarrollar en Tenerife. ¿Nos puede comentar los detalles?

“No es un proyecto de ampliación. Es el proyecto en sí del Abama. Tenemos un hotel, un campo de golf, ya construido, y comenzamos la segunda fase, que consiste en la parte residencial. Son 140 apartamentos turísticos que empezaremos a construir a partir del verano. Ya tenemos licencia municipal y el visto bueno del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias. Empezaremos con una primera fase de 30 apartamentos y cada seis meses iremos ampliando hasta los 140. Paralelamente, hay otras parcelas de uso residencial, que vendemos y la construyen los propietarios. Se ha empezado con una preventa de 14 y la idea es que a lo largo de este año presenten el proyecto para obtener la licencia municipal y empezar las obras antes del verano”.

-¿A cuánto asciende la inversión del proyecto Abama?

“La inversión total de los apartamentos turísticos estamos hablando de en torno a 60 o 70 millones de euros, aunque todavía estamos aquilatando presupuestos. Tendrá club social, los apartamentos son de gran lujo, piscina, servicio hotelero del Abama, y posibilidad de ceder el apartamento en explotación al Ritz Carlton, que es la compañía gestora del hotel y que se encargará de la gestión cuando el cliente no resida. Después están las parcelas de uso residencial y otras dos fases más que están sujetas a la moratoria y que estamos pendientes de desarrollar. Es una pena que en estos momentos de crisis, como la que estamos viviendo a nivel local y nacional, nos impidan desarrollar esos 350 apartamentos turísticos. La inversión total contando las parcelas de uso residencial, las dos de la moratoria y los apartamentos, estamos hablando de unos 250 millones de euros”.

-La ley de moratoria dejará de estar en vigor dentro de un par de meses, ¿cómo les afecta? ¿Tienen alguna idea que plantear al Gobierno autónomo?

“Hemos mantenidos contactos con los políticos locales y estamos abiertos a cualquier tipo de sugerencias. Creemos que ellos son muy conscientes de la situación y entendemos que la decisión que adopten sea lo más acertado para el bien común de Canarias. A mí, por mi compañía, me quedan estas dos fases, pero seguro que encontramos algún tipo de acuerdo entre los funcionarios y la empresa privada para lograr una salida que se pueda desarrollar en un futuro. Estoy convencido”.

-La quiebra de la compañía aérea Spanair ha provocado una subida del coste del billete. Algunos lo han cifrado en casi el 25%, a lo que se suma la permanente reivindicación de tasas aeroportuarias más baratas, que podrían defenderse mejor con una participación del Gobierno de Canarias en la cogestión de los aeropuertos. ¿En qué medida estos obstáculos dificultan los proyectos turísticos?

“Creo que aquí, en Canarias, todo el mundo está de acuerdo en que tanto para el turismo como para el propio residente dependemos de las líneas aeroportuarias. Esto es una realidad clara. El Gobierno canario está defendiendo que la gestión debería ser compartida porque es una costa vital para el pueblo canario y su economía. Con la subvención a las tasas aéreas se batieron cifras récord de turistas. Por tanto, entiendo que ésta es la línea a seguir, indudablemente. La caída de Spanair ha sido un golpe duro y otras compañías han ido cogiendo sus rutas, pero no es lo mismo tener dos que tres empresas. Al final se va a convertir en un duopolio porque Iberia y Air Europa se han quedado con las rutas a la Península”.

-Abama, desde un principio, se planteó un desarrollo sostenible en sus establecimientos.

“Nosotros el porcentaje de edificabilidad que tenemos en Abama, si no es el más bajo, es muy bajo y hemos ido a un concepto de lujo de verdad. Los apartamentos que desarrollamos son de unas dimensiones importantes. El más pequeño es de 60 metros cuadrados y el más grande de 300, con una serie de servicios que imponen esa optimización frente al medio ambiente, y en cuanto al crecimiento cantidad y lujo van reñidos. El lujo significa selección y de alguna manera hay que entender que estamos en una isla y una de las cosas más apreciadas es el suelo. No podemos ir construyendo de manera descontrolada porque nos cargaremos el medio ambiente. Por eso entendemos que es mejor traer turismo con un poder adquisitivo alto que gaste y consuma. Si hubiéramos construido apartamentos de 50 metros cuadrados podíamos haber gestionado 500”.

-El Gobierno de Canarias se ha referido recientemente a que el turismo debe fijarse un tope en la llegada de visitantes para conseguir mejores cotas de sostenibilidad. ¿Qué opinión le merece esta propuesta?

“Yo creo que el mercado es el que te posiciona. Al final hay una oferta muy importante en Canarias. Hay productos suficientes para poder asumir estos 12 millones de visitantes y no sé si 13. Sin embargo, desconozco si en cuanto a infraestructuras públicas tenemos esa suficiencia”.

-¿El Grupo Timón tiene proyectado crear nuevas instalaciones hoteleras en la isla de Tenerife o en algún otro punto de las Islas Canarias?

“Como Grupo Timón llevamos en Canarias 32 años. Primero fue con el hotel Ponderosa, luego vino el Jardín Tropical y la evolución natural ha sido el Abama. Creo que tenemos bastante dinero invertido en Tenerife y no vamos hacerlo en ninguna otra parte del mundo. Nosotros entendemos que la isla de Tenerife reúne todo lo necesario para un inversión de este tamaño. Hay que pensar que en Abama llevamos gastados ya 350 millones de euros y creemos que por el momento nuestra capacidad de inversión está aquí”.

El restaurante de Martín Berasategui en Tenerife cuenta con una estrella Michelín. | J.L.C.

Estrellas Michelín

Domingo del Campo afirma que el objetivo gastronómico del Abama en estos momentos está centrado en conseguir la segunda estrella para el restaurante de Martín Berasategui, y una estrella para el Kabuki, que representa una fusión de las cocinas mediterránea y japonesa con fuerte presencia de los productos propios de la Isla. “Ojalá muchos compañeros del sector también consigan estos éxitos” porque hay turistas que siguen esas guías. Hay que recordar que la primera estrella Michelin en Canarias la tuvo el Jardín Tropical”.