... y no es broma > Conrado Flores

Habilidades y defectos congénitos > Conrado Flores

Desde que caímos en crisis todos se empeñan en sacar nuestros defectos a la luz. Los políticos europeos nos dicen que tenemos demasiadas vacaciones y que cobramos mucho, y los políticos españoles que trabajamos poco y que no somos productivos. Vamos, que de todo menos guapos. Cuando en 2006 nuestro PIB crecía al 3’50% y nos llamaban “el milagro español”, éramos listos, eficientes y olíamos bien. Incluso éramos más atractivos y nuestro cabello era brillante y sedoso.

El cirujano e investigador chileno experto en nutrición infantil Fernando Mönckeberg, opinaba hace 30 años que los niños japoneses tienen un coeficiente de inteligencia varios puntos mayor que los norteamericanos. Así, casi de fábrica. El catedrático de psicología cognitiva Stanislas Dehaene defiende en su libro The number sense que los niños asiáticos, por motivos de lógica lingüística, aprenden a contar mucho más rápido que los occidentales. Por otro lado, recientemente se ha publicado el informe de un estudio realizado por Unicef, que analiza el bienestar en los niños y que pone de manifiesto que los menores ingleses son más infelices que los niños de otros países con niveles más altos de desigualdad. Y nosotros, ¿cómo somos? ¿Qué habilidades tenemos?

Como todo el mundo sabe, todo español nace con conocimientos congénitos en cuatro disciplinas básicas: política, economía, medicina y fútbol. Es un hecho que el ciudadano español, aunque carezca de los estudios más elementales, es contundente en el debate político y experto analista económico. Cualquier hijo de vecino conoce las causas y los culpables de la crisis internacional, y tiene las soluciones políticas y legislativas que podrían sacar al país adelante en sólo un par de meses. Del mismo modo, nuestros conocimientos en medicina son igual de elevados. Por eso, como atestiguan los estudios del área de salud de la UE, nos automedicamos sin miedo ni pudor. Por último – y no menos importante – es preciso recordar que todo varón español lleva en su interior un delantero centro y entrenador.

Pero además cabe recordar que los trabajadores españoles somos de los que más horas anuales trabajamos en Europa, casi 200 horas más de promedio que los alemanes. Y por menos dinero. A ver si también eso va a ser un defecto.