LUIS F. FEBLES | Tacoronte

Frente a la crisis, una apuesta por la formación profesional. Muchos jóvenes intentan ganarle tiempo a la recesión económica instruyéndose y formándose en sus respectivos campos ante la falta de oportunidades laborales. Sectores como el agrario intentan salir de un panorama desolador a base de optimismo y, sobre todo, de formación. Hay casos en los que la defensa a ultranza del campo canario y el afán de superación tienen su recompensa.

Así, Roberto Javier Méndez Bolaños, de 35 años, acaba de obtener el Premio Extraordinario de Formación Profesional en la familia de las Actividades Agrarias, emitido por el Gobierno de Canarias. Bolaños, natural de La Laguna, recibe la reconocida certificación tras conseguir el mejor expediente en su rama, del módulo de Gestión y Ordenación de Recursos Naturales y Paisajísticos, cursado en la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte.

En un claro desafío a la suerte, Roberto dejó hace dos años su antiguo trabajo, para formarse en un sector al que cataloga de “necesario e imprescindible” en unas Islas que viven de su rico ecosistema. El envite le salió ganador. “El curso, que duró dos años ha sido una apuesta arriesgada, pero con la consecución de este premio, estoy muy satisfecho; espero que se traduzca en una oportunidad laboral. Este módulo es importante para trabajar en medioambiente, en la Agencia de Protección del Medio Natural”, indica.

Aunque de forma reciente se incorporó al paro, con anterioridad estuvo trabajando como peón forestal. “Una de las razones por las que me animé a realizar este curso fue la de ascender en los trabajos relacionados con el sector. Me gustaría ser capataz forestal”, confiesa.

Futuro laboral

Como muchos jóvenes, no descarta la posibilidad de emigrar y buscar un futuro laboral lejos de Tenerife. “Si no sale trabajo me he planteado viajar a Alemania, incluso la opción de Sudamérica puede ser una posibilidad”, subraya. Bolaños evidencia las carencias y las necesidades de un campo profesional que suplica más atención por parte de las administraciones públicas. “Faltan personal y recursos económicos.
Existen muchos espacios naturales protegidos en los que no se hace nada, se trabajan núcleos, pero solo de forma temporal; hay entornos que necesitan una recuperación inmediata”, apunta.

En una defensa a la sostenibilidad, este amante de la naturaleza parte una lanza en favor del equilibrio y el cuidado medioambiental. “El Archipiélago basa su economía en el turismo. Los turistas vienen por lo que somos, ya que se trata de uno de los diez puntos del planeta con mayor biodiversidad, y por eso, no podemos descuidar el medioambiente. Si hay que recortar, se haga en infraestructuras turísticas, no en nuestro valor paisajístico y patrimonial; no olvidemos que los visitantes viajan por nuestro privilegiado entorno”, recalca. Solo falta que el premio conseguido se traduzca en un trabajo a la altura de una certificación de este calado. La formación sigue cotizando al alza.

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Capacitación

La Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte tiene una oferta educativa muy completa, basada en una serie de módulos, que comprenden desde cursos de formación profesional específica, hasta para agricultores y técnicos del sector. Con una trayectoria digna de mención, cuenta sus décadas de formación con los éxitos más significativos dentro del panorama regional. Muchos eran los que antaño se desplazaban desde las diferentes Islas para recibir clases y convertirse en capataces forestales. Bolaños resalta las cualidades y el gran grupo humano que imparte clases en la escuela agraria. Para él, el trato a los alumnos y la motivación por parte de los docentes, son clave. “La escuela tiene un nivel alto y lo hacen bien para los recursos que tienen”.

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