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Parados trabajando > Enrique Areilza

Todavía estamos estudiando la reforma laboral y algunas comunidades autónomas ya la están aplicando mediante sus servicios de empleo. Al menos Madrid y Aragón ya están contactando con demandantes de empleo que cobran la prestación de desempleo para advertirles de que tendrán que aceptar trabajos sociales. La medida está siendo muy criticada por los sindicatos. Sus argumentos son los siguientes:

1) No se soluciona el paro con este tipo de medidas.

2) Sólo persigue reducir la cifra de desempleados, es decir, maquillaje de números.

3) Puede ser una herramienta para sustituir a personal despedido en las administraciones.

4) No resuelve el problema de fondo, la baja cualificación y la falta de recursos formativos.

Estamos de acuerdo, en parte. Efectivamente no se soluciona el problema del paro. En cuanto al resto, todo tiene distintos enfoques.

Es evidente que la situación del país exige sacrificios por todas partes, incluidos los que se benefician de la prestación por desempleo.

Si disfrutásemos de unos altos niveles de ética y moral, podrían establecerse cientos de mecanismos que ayudaran a personas y empresas en esta dura época. Ayuda brindada por desempleados.

Sin embargo, en nuestro entorno, no faltan los tramposos. Y por eso, los sindicatos temen que se sustituya trabajadores por desempleados. Por eso mismo, también, la administración quiere reducir el trabajo ilegal, la percepción de prestaciones de manera indebida y sobre todo seguir cobrando dicha prestación, en muchos casos, rechazándose oportunidades laborales por el camino.

En un mundo de buenas personas, comprometidas con la crisis y con el bien común, esta medida sería efectivamente un error. Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. Cualquiera que haya tenido la suerte de contar con un programa de outplacement o recolocación, sabe que requiere de constancia, perseverancia y de una alta dedicación para la búsqueda de una nueva posición.

En cuanto a la formación, no es cierto, desde nuestro punto de vista, que todo el mundo requiera formación. Ni tampoco que existan pocos recursos. Cualquiera con un ordenador y ADSL puede obtener muchísimos recursos formativos.

Hoy hasta Standford y MTI tienen asignaturas de sus programas más demandados colgados en sus campus online, con acceso totalmente gratis. La falta de recursos formativos no es real para quien realmente quiere aprender. Qué desgracia que se tengan que tomar medidas pensando en la picaresca y el engaño y no en favorecer a los realmente desprotegidos.

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