Una temporada de ensueño. El Canarias hizo feliz a una región, a una isla y a una ciudad. El ascenso a la ACB lo materializó asegurándose matemáticamente el primer puesto de la Liga Regular de la Adecco Leb Oro a falta de tres jornadas para su conclusión, es decir, dando un golpe de autoridad sobre la mesa desde principio de temporada y presentando, partido tras partido, sus credenciales de equipo sólido y coherente. Podríamos decir que su temporada ha sido blanca y radiante, cimentando la misma en una unión perfecta entre directiva, jugadores y afición, comunión en la que el orden de los factores ha sido lo de menos. A pesar de la euforia tras lograr el anhelado objetivo el entrenador del CB Canarias, Alejandro Martínez, dio muestras, una vez más, de mesura y cordura al manifestar que “ahora hay que acabar la Liga, y luego que todo el mundo entre en el nuevo proyecto para consolidarnos en la ACB”. Es, precisamente ahí, donde el CD Tenerife debe aprender del ejemplo aurinegro: primero acabar “con la mentira” -según Perona- de la Liga de 2ª B y, después, afrontar unidos las eliminatorias de ascenso para ir blancos y radiantes al ‘altar’ de la 2ª División A.