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Urgencia > Alfonso González Jerez

El Gobierno autonómico envió el miércoles una comunicación al Parlamento de Canarias en el que solicita un pleno extraordinario de la Cámara para debatir las consecuencias de las restricciones del proyecto de presupuestos generales del Estado conocidos el pasado martes. Entre recortes en gastos de inversión, en subvenciones y en transferencias de gasto corriente son más de 700 millones de euros los retraídos en el proyecto legislativo y esta catástrofe obligará a la Consejería de Economía y Hacienda a rediseñar a toda velocidad los presupuestos regionales. Simplemente es imposible hacerlo sin afectar gravemente a los sistemas públicos de educación, sanidad y servicios sociales. Imposible. La escabechina en la inversión pública, concretamente, supone un estímulo directo para el crecimiento del desempleo en los próximos meses. Después de este infarto en toda regla, el señor Soria ha renunciado a cualquier pujo pedagógico y ha explicado que, por supuesto, el responsable de la sangría presupuestaria que llevará a Canarias a volatizar cualquier conato de crecimiento económico y a sumar antes de fin de año varias decenas de miles más de parados es José Luis Rodríguez Zapatero “y los que le apoyaron”. Acto seguido ha repetido su patriótica oferta a los socialistas para desalojar a Coalición Canaria del Gobierno autonómico. Así pues, según el criterio del ministro de Industria y Energía, el PSOE deviene al mismo tiempo el responsable de la catástrofe y el socio necesario para regenerar la vida política de Canarias. Mientras las ínsulas baratarias descienden a los infiernos esta síntesis intachable entre cínico, donfiguras y botarate sigue dedicado en cuerpo y alma a la politiquería más infecta.

Desde un punto de vista pragmático cabe preguntar si es posible una acción política útil -y no el ritual crujir de dientes o la judicialización de las previsiones presupuestarias- para corregir, siquiera parcialmente, este gigantesco desaguisado, que por lo demás no es -como ocurre en el resto de España- una simple y coyuntural zancadilla, sino que condicionará ampliamente la cohesión social y territorial de Canarias, y su horizonte de estrategia de desarrollo, en los próximos años y lustros. Y es posible. Están ahí, a la vista de todos. Son los grandes y medianos empresarios de Canarias. Los que controlan las confederaciones empresariales y las cámaras de comercio, industria y navegación en ambas provincias. Las confederaciones empresariales y las entidades camerales ya se han expresando, y con cierta contundencia, en contra del tratamiento a Canarias en el proyecto presupuestario de De Guindos y Montoro. Pues actúen ustedes. Porque tienen ustedes relaciones, agendas, compromisos y complicidades. En esta hora también se retratarán, voluntaria o involuntariamente, las élites empresariales del Archipiélago, y veremos si en la foto salen con cara de susto, con rictus lacayuno o con un mínimo de compromiso y lucidez para con su país.