EFE | Santa Cruz

La consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, opinó hoy que no sería raro que el plan de reforma del sistema nacional de salud anunciado por el Gobierno español desemboque en privatizaciones, como, añadió, parece que se apunta en la Comunidad Valenciana.

Brígida Mendoza habló de este modo en el pleno del Parlamento de Canarias durante una interpelación hecha por la diputada del grupo Nacionalista María del Mar Julios acerca del ajuste del presupuesto de la Consejería de Sanidad, y añadió que el alcance real de la reforma aún no se conoce.

La consejera señaló que en la reforma se plantean algunos cambios que consideró radicales, como pasar de la universalidad al aseguramiento para atender a los ciudadanos, y comentó que se excluye la atención a los extranjeros no comunitarios o que sean de países que no tienen convenio de reciprocidad con España, salvo en casos de urgencia.

Brígida Mendoza también dijo que como consecuencia de la ley de estabilidad presupuestaria el Gobierno canario ha hecho cambios como volver a la jornada de 37,5 horas de trabajo a la semana, reducción de sustituciones y refuerzos, reducción de programas especiales por la tarde y de paralización de proyectos de infraestructuras necesarias, entre otras medidas.

Esas medidas han generado malestar, según la consejera, en ocasiones porque no se han explicado bien, en otras por manipulación y en otras por dificultades para aplicarlas.