ACB esa es la cuestión. Estas tres letras tienen en vilo al baloncesto tinerfeño en las últimas semanas y al menos hasta el 14 de junio, fecha límite, en principio, para conocer si finalmente el Iberostar Canarias, campeón de la LEB Oro, tal y como le corresponde por ese mérito deportivo, jugará o no con los mejores de España.
Me gusta que Félix Hernández, el presidente impasible, el hombre que en ocho años ha culminado la travesía del desierto canarista, se muestre sereno, confiado y hasta optimista con las posibilidades reales de que su equipo cumpla con los requisitos exigidos y termine logrando esos cinco millones de euros que necesita para formalizar su entrada en tan exclusivo club.
La cuestión es, sin el aval del Tenerife Baloncesto SAD, tal y como se prevía con el inacabado acuerdo de convergencia, cómo. Félix Hernández ya adelantaba a José Antonio Felipe algunas de las opciones que se han barajado, algunas de ellas de difícil traducción. El presidente del Canarias habla de que no van a exigirle a las instituciones “más de lo que corresponde por estar en la ACB” y no le falta razón, si no fuera que ahora, con la que está cayendo ahí afuera, las instituciones se han visto obligadas a recortar hasta lo que no está en los escritos, empezando por la propia Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias, a la que el pabellón Mundobasket 2014, en Las Palmas de Gran Canaria, le ha dejado sin recursos económicos.
Está bien que el presidente del Canarias recuerde, lógicamente, que no pretenden quitar dinero destinado a Asuntos Sociales u otros deportes, pero debe ser consciente que tampoco puede jugar con una posibilidad apriorística cuando habla de englobar subvenciones de Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento de La Laguna, en tres o cuatro años, sin poder garantizar que para entonces el club mantiene la categoría.
Por eso no está mal la idea que me lanzó hace unos días un amigo. La solución del canon canarista pasa por Geneto, por la ciudad deportiva del CD Tenerife, si sigue siendo de él. Volvemos a recalificarla y sacamos los ‘tres kilos’ del canon. Si así se salvó al Tete, porqué no al Canarias.