LUIS F. FEBLES | Icod de los Vinos
El viejo llevaba meses pidiendo ayuda. Sus amigos más cercanos, los que se sentaban a la sombra de sus largos brazos, lo sentían raro, incluso peligroso. Casi no recordaba cuando en tiempos pretéritos, un tal don Alonso lo trataba con ilustrísimo afecto, intercambiando miradas que solo ellos entendían. Sus lamentos se oían más allá de las fronteras de la ciudad del Drago. Al final le hicieron caso y ya, el Pino de Buen Paso, de 600 años, se encuentra bastante mejor.
Tras meses de quejas vecinales por el estado del árbol, el Ayuntamiento de Icod de los Vinos procedió recientemente a realizar trabajos de poda y mantenimiento, al objeto de evitar que una de sus ramas pudiera caer y ocasionar daños a los usuarios del entorno. Con permiso del sempiterno Drago Milenario, el Pino de Buen Paso y su entorno fue el lugar donde el capellán que acompañaba a las huestes del adelantado Alonso Fernández de Lugo celebró misa para conferir al viejo pino la condición de árbol sagrado.
A parte de su indudable valor natural, por su singular copa, muy ramificada, el pino tiene un alto valor histórico. Así, bajo el palio de su sombra legendaria, se escenificó un rústico altar en sus raíces de siglos, y de ello da fe una placa conmemorativa y tres cruces, a modo de calvario, que rememoran lo ocurrido en el año 1496.
Por lo que respecta al Ayuntamiento de Icod, el concejal de Obras, Manuel Ramón Luis (PSOE), deja claro que “después de valorar los informes pertinentes realizados desde el Cabildo, nos hemos puesto manos a la obra; llevábamos tiempo esperando los permisos”.
Recuerdos
El cronista oficial de Icod de los Vinos, José Fernando Díaz, explica la trascendencia histórica y la necesidad de protección que requiere este recuerdo de nuestra historia europea: “Buen Paso es el lugar donde hunde sus raíces el pino, bajo cuyas frondas se ofició en Icod la primera misa. Icod, como otras tantas localidades de la Isla, surge en el menceyato guanche que le da nombre una vez finalizada la Conquista. Sin duda, recoge gran parte de la historia del municipio”, destaca.
Ya pronto volverán a hacerle compañía al viejo sus incondicionales amigos de toda la vida.
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Hecho histórico
El cronista de la ciudad, José Fernando Díaz, ha rescatado la tradición del pino y entorno de Buen Paso, y el primer momento de la historia del municipio. Díaz señala que “aunque no estaba invadido y dominado el territorio, uno de los capellanes del ejército de Lugo celebró la primera misa a la sombra del pino del Buen Paso. Mientras tanto, el Mencey Belicar, temiendo inmolar sangre de sus súbditos, se apresura a pedir la paz. Por ello, mueve a su favor a los otros reinos insumisos (Adeje, Abona y la vecina región de Daute), y todos sus jefes, se disponen a hacer acto de sumisión. Tras la ceremonia solemne, tendidas las manos sobre los Evangelios, unos y otros prometen guardar fidelidad a la Corona de Castilla. Belicar y su esposa retornan a su morada, inflamados por la fe. Así transcurrió la primera página de la historia del municipio norteño de Icod.
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