editorial >

La solidaridad es de doble sentido > Editorial

La esperada reunión entre el presidente Rivero y Mariano Rajoy debe traer a las Islas la comprensión necesaria de todo el Estado hacia uno de los territorios más duramente golpeados por la crisis. Los más de 360.000 parados, los famélicos presupuestos que apenas atienden los servicios básicos, los cientos de millones de inversión por habitante que siguen sin aplicarse y nos alejan de la media nacional, una industria turística excesivamente vulnerable a decretos caprichosos y un REF pendiente de una modificación sustancial exigen la máxima atención de todo el país.

Rivero anunció para antes de verano una comisión bilateral Canarias-Estado que no estará encabezada en la parte estatal por el ministro de Industria, Energía y Turismo, el canario José Manuel Soria, el más obligado a defender los intereses de las Islas ante el Consejo de Ministros y el interlocutor más válido de Rivero, si las relaciones entre ambos fueran las que se exigen a los altos dirigentes, ante la extrema necesidad de los ciudadanos, a los que se deben y representan.

No ha trascendido la versión de Rajoy sobre el encuentro. Es de suponer que planteó a Rivero la necesidad de explotar los pozos de petróleo que parecen haberse encontrado a 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura. La misma solidaridad que Canarias reclama constante y justamente al Estado le pide ahora todo el país a las Islas. Que se acabe el bloqueo oficial de Rivero y los suyos al petróleo y se contribuya, también solidariamente, a bajar la dependencia exterior, con ganancias justas para esta tierra.

Hay un significado más allá de la foto de Rajoy y Rivero en Moncloa: deben haberse comprometido a hacer menos ruido y actuar más responsablemente con Canarias.