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Los residentes de Callao Salvaje, por fin, tienen playa

Águeda Fumero (i), José Miguel Rodríguez Fraga (c) y Guillermo Díaz cortan la cita inaugural. / GERARD ZENOU

JOSÉ L. CONDE | Adeje

“Nunca es tarde si la dicha es buena”, comentaron ayer algunos vecinos al alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, en el acto de inauguración de la playa de Ajabo en el núcleo de Callao Salvaje, que congregó a numerosas personas que se instalaron en los nuevos paseos, así como en los accesos.

Además de Rodríguez Fraga estuvieron presentes el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz; la diputada nacional del Partido Popular, Águeda Fumero, así como el ingeniero jefe del Servicio Provincial de Costas de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González.

Fraga comentó que esta era una de las demandas “más llamativas y pedidas” por los residentes de este núcleo cuya urbanización fue recepcionada recientemente por el Ayuntamiento de Adeje. El alcalde también dijo que los vecinos se le habían acercado para comentarle que “nunca es tarde si la dicha es buena”, a la vez que expresaban su alegría por la regeneración de esta playa. Reiteró su compromiso con el medio ambiente y destacó que ahora toca a todos cuidar la nueva playa.

Por su parte, Guillermo Díaz se refirió a la recuperación de “un espacio público deteriorado por la negativa intervención humana” y que se ha tardado dos años en acabar la obra.

La diputada nacional Águeda Fumero se hizo eco del mensaje del Gobierno central de que se facilitarán todos los trámites en aquellas obras que respeten el litoral y recordó la responsabilidad de todos a la hora de cuidar los espacios públicos.

Inversión

Esta actuación, que ha supuesto una inversión de 1.800 euros, ha permitido la recuperación de un espacio bastante deteriorado y ahora será el Ayuntamiento el encargado del mantenimiento y de la seguridad. En el mismo acceso se ha habilitado un kiosco que saldrá pronto a licitación.

Tras el corte de la cinta, las autoridades depositaron arena de la primera playa que se construyó en el municipio de Adeje, concretamente la de Troya, que les fue entregada por jóvenes ataviados con trajes típicos, él de pescador del s. XIX, y ella vestida de faena de comienzos del siglo pasado.