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El gol de Rajoy > Francisco Pomares

No quiero ponerme borde, pero la actitud de Rajoy a cuenta del rescate me tiene tan sorprendido como su viaje relámpago a Polonia para animar a la Roja. Creo yo que podía haberse quedado en casa viendo el partido, y así empezamos a ahorrar para pagar lo que debemos, que hoy es más que ayer pero probablemente menos que mañana. Si el hombre quería su gol, podía haberse conformado con el que nos metió a todos con las explicaciones sobre la oportunidad y conveniencia de un rescate que unas horas antes desmentían todos los miembros del Gobierno. Eso sí que es un gol de antología y no el de Cesc.

Ahora Rajoy debería intervenir y nacionalizar los bancos a los que les preste dinero, y después vender la participación estatal y ganarse unos duros. Eso es lo que hizo Obama en Estados Unidos, intervenir los bancos en pérdidas, sanearlos y revenderlos luego al mejor postor. Obama usó su propia maquinita de fabricar dólares, pero nosotros no tenemos ya maquinita propia, la tiramos al entrar en Europa, y hemos tenido que pedir eurobonos prestados que habrá que devolver. Esa es una de las diferencias del asunto, la otra es que en este país nacionalizar es sinónimo de evitar la ruina y privatizar lo es de regalar (o vender muy barato) a los amigotes. Por eso, este rescate sólo devuelve la confianza a los propios bancos, porque les permite seguir con su monopoly de las primas y la compra de deuda pública. Los demás andamos pensando en las contrapartidas. Rajoy nos dice que no las hay, que la soberanía española ha quedado intocada, y le dan igual los desmentidos de Bruselas. Porque diga lo que diga Rajoy, ha sido España quien ha tenido que pedir cien mil millones para hacer frente al agujero de los bancos, y el Eurogrupo se los ha prestado al Gobierno español, no a las entidades financieras. Es el Gobierno español quien tendrá que devolver lo que utilice, y vamos a ser nosotros los que lo paguemos, como siempre. No he conocido a nadie que pida un crédito y luego se libre de pagarlo.