Tirar la piedra y esconder la mano es la táctica preferida de los cobardes, incluidos periodistas y futbolistas. El mecanismo es sencillo: se sueltan un par de obviedades, se mezclan con dos medias verdades, se tira un poco de mierda, se formulan insinuaciones crípticas y luego se pone el ventilador en marcha. Y si le salpica a alguien, mala suerte. ¿Ir al juzgado a denunciar? No, para nada, que para eso hay que tener pruebas y ser riguroso. Y además, si detrás de la abyecta insinuación finalmente no hay nada con sustancia… hasta se come uno el marrón. Así que de juzgados, nada. La estrategia es otra: echar mierda, poner el ventilador en marcha y refugiarse en el “yo no he dicho nada, sólo sugerí, apunté, mencioné…”.
EJEMPLO. Internet es un buen escenario para lanzar insinuaciones. Y las redes sociales, el lugar ideal. No tengo cuenta en Twitter, ni espero tenerla. Hasta suscribo las palabras de Lola Flores cuándo le comentaron la opción de cantar en inglés: “Ni que Dios lo permita”. Además, a la hora de lanzar insidias también se puede tuitear en papel. Una vez que se ha dado a conocer que Javier Iglesias Villanueva dirigirá el Ponferradina-Tenerife (y que los árbitros no suelen desmentir rumores), la secuencia podría ser la siguiente:
10:50. @padilla: Iglesias Villanueva recibió ayer una llamada.
11:00. @padilla: En Ponferrada funcionan bien los teléfonos.
11:10. @padilla: Iglesias Villanueva es gallego.
11:20. @padilla: De Ponferrada a Galicia hay buena carretera.
11:30. @padilla: Un señor de Ponferrada se tomó hoy un café en Galicia.
11:40. @padilla: ¿Le gustará el café a Iglesias Villanueva?
11:50. @padilla: Alguien en Galicia es hoy más rico que ayer.
11:51. @padilla: Y alguien en Ponferrada es hoy más pobre que ayer.
12:00. @padilla: Al Tenerife le espera el domingo un partido duro.
12:05. @padilla: El Tenerife va a jugar contra doce en Ponferrada.
12:10. @padilla: Un consejo: el domingo apuesten por la Ponfe.
12:15. @padilla: Voy a apostar 2.000 euros por la Ponferradina.
12:16. @padilla: Y otros mil a que pitan un penalti contra el Tenerife.
Todo eso, obviamente, aderezado con respuestas a otros tuiteros para que la bola crezca. Luego, si me piden explicaciones seriamente, respondo que no he acusado a nadie, que son simples comentarios, que lo de jugar contra doce iba por la afición, que lo de las apuestas es una intuición… y hasta puedo ponerme muy digno, hacerme el ofendido y recurrir al socorrido “si alguien se pica es porque ajos come”.
LA REALIDAD. El Tenerife va a jugar bajo sospecha en Ponferrada. Y si asciende a Segunda División, los miserables que le odian, que en la meseta son muchos, van a ensuciar su éxito. Y poco importará lo que de verdad ocurra sobre el césped. Una vez que se ha tirado mierda y se ha puesto el ventilador en marcha siempre queda alguna mancha.