M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Los sindicatos del sector de la hostelería de la provincia de Santa Cruz de Tenerife irán a la huelga los días 10 y 24 de agosto, coincidiendo con las movilizaciones del resto de las zonas turísticas del país (Baleares, Alicante y Málaga). La Federación Estatal de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras (CC.OO.), reunida el pasado martes, acordó el calendario de protestas en todo el Estado ante el bloqueo en la negociación de los convenios colectivos de las principales zonas turísticas del país.

Dichas movilizaciones se darán a conocer hoy, en una rueda de prensa conjunta de CC.OO. y UGT, y comenzarán con una manifestación, el próximo 20 de julio, en todas las zonas turísticas del país, coincidiendo con la huelga de Baleares. En la provincia tinerfeña estas movilizaciones se producirá en el Puerto de la Cruz, continuando así con el calendario de protestas que se viene desarrollando en la Isla, y que comenzó el pasado 13 de junio, en esta ocasión en Playa de Las Américas.

A partir de este paro, se iniciará un calendario de asambleas conjuntas, por parte de los sindicatos (CC.OO., UGT, IC y USO), en todos los centros de trabajo de mas de 50 empleados, para anunciar la convocatoria de lo que será una huelga general de la hostelería en el país.

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CC.OO. critica que el Gobierno no medie

La decisión de este paro general se debe, según explicó el secretario general de la federación de hostelería de CC.OO. en Canarias, Manuel Fitas, a la “intransigencia” de la patronal de continuar firme con su “rodillo” de imponer la congelación salarial durante los años 2012 y 2013, sin ningún tipo de compromiso de mantenimiento y creación de empleo. Aún así, los sindicatos esperan llegar a un acuerdo.

La reunión de la próxima mesa de negociación del convenio colectivo de la provincia tinerfeña se celebrará el 2 de julio, dos días después de que el actual convenio entre en periodo de ultractividad, ya que el 30 de este mes quedará ya sin vigencia.

Fitas reconoció que los trabajadores están dispuestos a la “máxima” moderación salarial, pero siempre con la condición de que “nuestro esfuerzo sea trasladado a un compromiso de creación de empleo que acabe con la misma tendencia de altos beneficios para los empresarios y pérdida de empleo”.

Por su parte, la patronal ha insistido en que los empresarios no pueden asumir un “incremento” salarial, especialmente ahora con la subida del IGIC, aunque sí se han comprometido a mantener el empleo. Desde los sindicatos han solicitado la mediación del Gobierno en las negociaciones, al que acusan de “mirar de perfil” el conflicto.

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