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Los cerdos de la granja de Las Eras se encontraban “desnutridos”

Aspecto ayer de las instalaciones de la granja en Las Eras. / N.DORTA

NICOLÁS DORTA | Arico

El panorama no era precisamente halagador: estaban “bastante desnutridos”, unos vivos y otros muertos. Así lo manifestó ayer a DIARIO DE AVISOS el alcalde de Arico, Juan José Armas, tras confirmar el cierre, o “expediente de clausura”, de la granja de cerdos en las inmediaciones de Las Eras, a cuyo propietario el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) le ha puesto una multa hace una semana por la mala gestión ambiental de sus instalaciones. Esta sanción está en manos de los tribunales de Justicia, que determinará su alcance.

A la zona acudió el Seprona con un veterinario de la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias y “los animales, menos de cien, se encontraban mal alimentados y los que morían los tiraba a una fosa, según hemos podido saber”, comentó Juan José Armas. Ahora, afortunadamente los cochinos están “comiendo desde el día en que se produjo la denuncia”, confirmó ayer la Vicenconsejería de Agricultura del Gobierno de Canarias.

El primer edil ariquero dijo que el propietario sólo posee el 5% de la instalación, y que el resto está abandonada por no poder hacer frente a pagos. La granja se ubica paralela a la autopista, cerca del polígono industrial de Las Eras, en una zona ventosa, entre pistas y malpaís. “Hemos tenido problemas desde el principio, por la falta de permisos, de tratar los animales allí y no llevarlos a un sitio ”, añadió Armas.

Cabe citar que los vecinos denunciaron el mal olor apreciado desde la carretera de acceso a la granja. Se comprobó que el dueño tiraba los cochinos muertos a una fosa que tapaba mal. Este dijo que era “el viento del sur” lo que provocaba este olor. Se quejaba que no podía hacer otra cosa, que en la isla no había gestor de residuos para trasladar a los animales muertos.

Sin embargo, la Vicenconsejería de Agricultura informó que desde noviembre de 2010 la empresa Residuos Aragón S.L. presta servicio a las diferentes explotaciones de ganado en Canarias para la retirada y destrucción de cadáveres de animales. Es el único recurso legal que existe para tratar los animales muertos. Este periódico no ha conseguido contactar de nuevo con el propietario de la granja para saber su actual situación.