El tabaco mata a una de cada tres personas que mueren en España. Estas encuestas te las sueltan así, a pelo. Como ese amigo que echándose unos vinos -echándoselos en la boca- asegura que “el noventa por ciento de la gente” está harta de los políticos. A ojo.
Lo primero que te mata es vivir. Y después vienen ciertas cosas que pueden acelerar el proceso. Llevar hasta los alveolos pulmonares un humo espeso y cargado de residuos, que luego se quedan depositados allí, no es, desde luego, demasiado saludable. Pero es lo que hacemos. Lo hacen los fumadores de forma intensa. Lo hacen los habitantes de una ciudad cualquiera, al caminar por las aceras respirando el aire de los coches. Y lo hacen, especialmente, los vecinos de industrias petroquímicas que se pasan el día fumando por esas grandes chimeneas que emiten a la atmósfera partículas contaminantes de todo tipo (igual se les ocurre alguna cercana).
El gobierno y las organizaciones contrarias al tabaco vuelven en estos días a la carga contra el vicio. Es bueno que informen de los peligros del tabaco y, especialmente, que sean muy duros con el consumo en menores de edad. Pero a esta buena gente a veces se les excreta una neurona, por la pasión.
Escuchar que gobierno no debe permitir fumar en los casinos de Eurovegas “porque detrás de eso solo está un interés económico” es para mondarse. Pues claro, almas de cántaro. Los casinos, los bares de carretera, el transporte de contenedores, los viajes al espacio y pasar el cepillo a los fieles, por citar unos de los millones de posibles ejemplos, tienen su aquel de interés económico.
La hipocresía monstruosa de los gobiernos salvadores no tiene techo. El colesterol mata más gente cada año que el tabaco: un cincuenta por ciento más :) según datos del Ojímetro Nacional 2012. Pero los quesos, el chorizo (de comer) y las mantequillas no llevan calaveras. La campaña para proteger a los motoristas de sí mismos ha terminado cascando centenares de multas por no pasar la ITV (que como se sabe es peligrosísimo) y llevando miles de euros al bolsillo del Estado benefactor.
Cada vez que les oigo decir que nos van a proteger me echo la mano a la cartera. Hay cosas peores que fumar, empezando por quienes quieren vigilar, cuidar y ordeñar al ciudadano de la cuna a la tumba. Madre no hay más que una y a este Gobierno me lo encontré en la calle. Que le pongan una calavera.
Twitter @JLBethencourt