opinión >

Un año de alcalde > José Manuel Bermúdez Esparza

La intensidad en el ritmo de trabajo y estar apasionadamente inmerso en cada asunto que tiene que ver con la ciudad apenas te deja tiempo para mirar las hojas del calendario. Y así, a una velocidad de vértigo, se ha cumplido el primer aniversario desde el día en que tuve el gran honor y la inmensa responsabilidad de jurar mi cargo como Alcalde de Santa Cruz de Tenerife.

Ha sido un año muy intenso en el periodo de crisis económica y social más difícil de nuestra historia reciente. Pero las dificultades, lejos de minar nuestro ánimo o disminuir nuestro esfuerzo, son un acicate para redoblar las ganas, la ilusión, el trabajo, las ideas, la cercanía. Hoy tenemos un Ayuntamiento más eficaz y más austero. Más cohesionado internamente y con más paz social en el exterior. Que afronta sus obligaciones mejor y más rápidamente con su personal y sus proveedores. Más limpio y más seguro en sus barrios. Que escucha y que responde. Con ganas y con ideas. Que no baja los brazos ni se rinde ante las dificultades. Con más actividad en sus calles. Con mejor programación cultural y deportiva. Con un esfuerzo en materia social como jamás se tuvo antes. Un equipo unido y bajo una misma dirección que trabaja cada día por mejorar las cosas de acuerdo a nuestro programa de gobierno.

Es imposible resumir en unas pocas líneas el balance de un año, porque la vida de una ciudad es la de cada uno de sus habitantes y desborda datos y cifras. Ha habido en estos meses hitos tan importantes como la aprobación de un presupuesto en tiempo y forma, realista y austero, con una disminución del 50% en cargos políticos, eventuales y directivos; el pago a proveedores gracias al Plan de Ajuste para inyectar más de 50 millones de euros en la economía de pequeñas empresas para garantizar su supervivencia y sus puestos de trabajo; la actuación en San Andrés liderando la coordinación con otras administraciones para una solución definitiva en su escollera; la aplicación de la directiva Bolkestein agilizando la tramitación de licencias y la declaración de municipio de gran afluencia turística para la dinamización comercial; el mejor Carnaval de los últimos años; la remodelación del albergue municipal, el protocolo contra desahucios o el protocolo para actuación con personas sin hogar, en materia social; la puesta a disposición de los terrenos del Parque Tecnológico, para su licitación este mismo año; las actuaciones de las brigadas de limpieza en todos los distritos… sólo por citar algunos ejemplos más significativos. En todo caso, satisfecho del trabajo realizado que ha sido mucho y bien hecho, pero aún no de los resultados obtenidos, porque como he dicho, queda mucho por hacer, y por desgracia nos enfrentamos a la peor crisis económica que ha vivido el mundo en mucho tiempo, donde hay muchísimos factores que no están en nuestra mano. Lo que sí puedo asegurar es que el derrotismo no está en mi diccionario, y que me encuentro con más ilusión, más ganas y más fuerzas incluso que hace un año. Y también más convencido de que Santa Cruz saldrá adelante, como ha hecho tantas veces, con la ayuda y el esfuerzo de todos… de todos los que quieran sumarse para tirar de este carro, aunque lamentablemente no con aquellos empeñados en poner palos en las ruedas para obstaculizar el camino, tratando de aliviar sus frustraciones personales o alimentar sus propias ambiciones.

*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife