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Adiós a un empresario ejemplar: Borrella> Fernando Clavijo Batlle*

Si por algo se caracteriza La Laguna es por contar con ciudadanos y ciudadanas ejemplares que, de un modo u otro, han dado a la ciudad la relevancia que hoy tiene. Y a ello han contribuido, de manera muy especial, los empresarios y comerciantes.

Desgraciadamente, hace unos días se nos ha ido uno de ellos, de los más conocidos y admirados por su tesón, heredado de sus antecesores, su calidad humana y su talento para llevar adelante un negocio que ha sabido transmitir a sus descendientes, que, sin duda, han recogido el testigo de manera honrosa. Seguramente si digo Santiago Rodríguez Hernández no todo el mundo sepa a quién me refiero, pero si hablo de Santiago Borrella, no quedará duda alguna.

Santiago Borrella es el ejemplo más palpable de cómo a fuerza de trabajo uno puede sobreponerse a las adversidades y salir adelante, pase lo que pase. Y de cómo, partiendo de un comercio de tejidos uno puede llegar a convertirse en un referente dentro de su sector y del empresariado.
El negocio que lleva el segundo apellido de su padre, quien iniciara esta saga de tres generaciones, ha sido siempre un modelo de innovación desde que en el siglo pasado comenzó a trabajar con tallas grandes y pequeñas, cubriendo así una demanda que ningún otro comercio de sus características atendía por ese entonces.

Cuidando siempre la calidad, el detalle, la atención exquisita al cliente, Borrella ha creado muchos puestos de trabajo en su entorno y ha sido un motor importante para la economía local de La Laguna, puesto que dentro del textil se ha diversificado con los años, desarrollando negocios como el de los uniformes.

La historia del desaparecido Santiago es la de un emprendedor nato, que se fue a Venezuela siendo muy joven y, al fallecer su padre, se instaló ya en La Laguna para defender y mejorar el legado que este le dejó. Sus hijos, Santi y Sandra, han continuado con una excelente gestión que, de seguro, fructificará en alguno de sus seis nietos porque el espíritu emprendedor se lleva en la sangre.

Santiago Borrella habría cumplido años el pasado día 25 de julio, día de su santo, en el que se celebró una misa en su honor en la Iglesia Matriz de La Concepción de La Laguna. Se le echará de menos por Bajamar, ese pueblo que tanto amó y que tantas veces lo vio pasear por sus calles, puesto que allí vivía desde hace años.

Y se le echará de menos en La Laguna, donde su sabiduría, su visión empresarial y su carácter lo convirtieron en un ser querido y respetado por sus convecinos.

A su esposa, doña Olimpia, a su familia y amigos, mi más sentido pésame en nombre de esta Corporación y de La Laguna, una ciudad que ha crecido y sigue creciendo gracias a personas como Santiago Borrella.

*Alcalde de San Cristóbal de La Laguna