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Los Mossos han evitado este año cinco bodas forzosas de menores

EFE | Barcelona

Los Mossos d’Esquadra han evitado en lo que va de año cinco bodas forzosas a las que se iba a someter en sus países de origen chicas menores de edad que residen en Cataluña.

Según datos de la policía catalana a los que ha tenido acceso Efe, hasta el pasado mes de mayo los Mossos han evitado, gracias a la colaboración de los servicios sociales y de los grupos de atención a la víctima, que estas cinco menores se desplazaran con sus familiares a sus respectivos países de origen para someterse a una boda forzosa.

Este tipo de bodas están fuertemente arraigadas en algunos países, como en los de la zona del Magreb y Asia, donde los padres acuerdan el enlace de los hijos sin su consentimiento previo a edades tempranas, incluso desde los 13 o los 14 años.

Desde hace tiempo, los Mossos mantienen activo en Cataluña un protocolo, junto con los agentes de los servicios sociales, para evitar que adolescentes de familias originarias de esas zonas que viven y que incluso han nacido en Cataluña sean forzadas a acudir a sus países para someterse a una boda pactada por sus progenitores.

Además de los cinco casos evitados entre enero y mayo, los Mossos d’Esquadra también han tenido conocimiento en este periodo de un caso de una mayor de edad que fue a denunciar que era víctima de la violencia machista por parte de su marido, con el que se había casado hacía años en una boda impuesta.

Por otra parte, los Mossos han evitado en el mismo periodo que nueve niñas -entre ellas dos hermanas- que viven en Cataluña hayan sido víctimas del ritual de la mutilación genital femenina que se realiza en sus países, sobre todo en los de África.

A diferencia de los casos de matrimonios forzados, que son detectados y advertidos principalmente en el ámbito de la escuela, la policía es alertada especialmente por los pediatras de la posibilidad de que las niñas sean trasladadas a sus países cuando en las visitas les comentan que se van a ausentar unos días de su domicilio de forma imprevista.

Como ocurre con las bodas forzosas, tampoco hay casos de mutilación genital femenina conocidos en Cataluña, puesto que las familias lo viven como el mito del regreso al país para participar en este tipo de celebraciones, según las mismas fuentes.