AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife

Lejos de acercar posturas, la última reunión entre los representantes vecinales del Suroeste de Santa Cruz y los responsables del Cabildo y de Titsa ha puesto de manifiesto que se mantiene -si no crece- el rechazo frontal de los residentes en este importante sector de la capital a la reordenación y los recortes de la líneas interurbanas de guaguas.

Los dirigentes de la Federación de Asociaciones de Vecinos del Distrito Suroeste (Fadod), encabezados por su presidente Evelio Martín, se reunieron en la sede del Distrito con presencia del vicepresidente insular Carlos Alonso, y los concejales capitalinos Dámaso Arteaga e Hilario Rodríguez, además del gerente y los técnicos de Titsa.

Los vecinos se oponen a los recortes actuales y reclaman que se atienda su propuesta de 2008. Hasta tanto, se mantiene la suspensión de los cambios en las líneas 056, 939 y 060, acordada el 2 de junio por exigencia de la Fadod, cuyos responsables se muestran hartos, descorazonados y dispuestos a movilizar a los más de 40.000 habitantes de este distrito de la capital, porque tanto en los recortes de las líneas como en las tarifas, consideran que hay un agravio comparativo respecto al resto de ciudadanos de Santa Cruz. Así lo manifestó a DIARIO DE AVISOS Guillermo San Marín, responsable de Transportes de la Fadod.

En un comunicado señala que, “una vez más, esta Federación se ha encontrado con un obstáculo en el camino, llamado Cabildo, a la hora de la negociación de la reordenación de las líneas interurbanas que afectan al Suroeste. Este distrito, calificado por algunos políticos como el inconformista y, a su vez, uno de sus mayores intentos de conquista política, le ha vuelto a decir a Carlos Alonso un rotundo no al tipo de recorte empleado o planteado para el Suroeste”.

La Fadod asegura que luchará “por los intereses de todos los vecinos hasta donde haga falta”. Aclara que en la última reunión con Cabildo, Ayuntamiento y Titsa “hubo solo un planteamiento, nunca un acuerdo. Esta Federación, tras la primera hora, ya había detectado una falsedad, por la parte política presente, de intentar torearnos con falsas esperanzas de un futuro mejor con líneas mejoradas, con la condición de aprobar el planteamiento que teníamos sobre la mesa”. Agrega que un ejemplo de ello “es el intentar quitarnos 21 servicios entre la 231 y 232 a cambio de que se amplíe dos únicas horas. O sea, un viaje de la 232 en horario nocturno, ya que es de vergüenza que a partir de las 23 horas los que venimos a La Gallega tengamos que coger la 234 y quedarnos en el cruce de Santa María del Mar para subir caminando hasta La Gallega. Lo que querían, a cambio de que llegase una guagua más a La Gallega, es que perdiésemos 21 servicios para incrementar solo uno de noche”.