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“Pagamos lo mismo, pero a unos nos toca pasar la noche al aire libre”

El campamento al descubierto, instalado en una terraza del Recinto Ferial, donde muchos participantes dormirán hasta el domingo. | SERGIO MÉNDEZ

JOSÉ E. GARCÍA / SANTY TORRES | Santa Cruz de Tenerife

La cita tecnológica más importante del año llega a la Isla cargada de ilusión, tanto por parte de la organización como de sus cientos de seguidores. El reto de este año era ampliar la ocupación de los 1.200 participantes de la pasada edición a 1.500, un desafío marcado por la larga lista de espera de este acontecimiento. El objetivo ha sido alcanzado, y con creces, ya que la Tenerife Lan Party (TLP) 2012 ha conseguido albergar un total de 1.600 participantes, que disfrutarán hasta el domingo de las instalaciones dispuestas para ellos. Sin embargo, lo que se planteó como una gran ventaja para los seguidores de TLP ha mutado en un malestar de algunos de los participantes que han tenido que dormir en una terraza del recinto al aire libre.

Calor y al aire libre

Las zonas de descanso del evento se encuentran en la parte inferior del centro, un espacio agradable gracias al aire acondicionado. Allí, los participantes pueden dejar su caseta de campaña y hacer uso de ella cuando precisen reposar. En cambio, la situación de los que viven en el piso de arriba es bien distinta. El calor está haciendo del descanso una tarea arduo complicada.

“Hemos pagado lo mismo que los que están abajo, pero a nosotros nos ha tocado pasar la noche así”, explica Anais Galván, una de las afectadas por esta acampada exterior. Esta chica asegura que “algunos estuvieron fuera en sacos de dormir porque no podían soportar el calor en el interior de las casetas”.

Ella no es la única perjudicada, ya que la terraza alberga a numerosos habitantes durante estos días. Ana Quintana cuenta con resignación cómo los miembros de seguridad les colocaron en dicho emplazamiento. “Es cierto que llegué un poco tarde, pero yo no sabía que me iba a tocar estar aquí fuera”, comenta. Ana alude, como la anterior joven, que ha pagado 36 euros por su entrada y que ahora la han colocado en ese espacio y no ha recibido ninguna información al respecto. “Nos dijeron que debíamos estar en este sitio, y así nos hemos quedado”, mantiene.

Además, el calor no es el único problema de esta área, supuestamente preparada para el descanso. El ruido también contribuye a dificultar más la labor. “Cuando intentas dormir oyes a los camiones de mercancías pasando”, apostilla Anais. A esto hay que añadir las inevitables conversaciones de la gente que sale a la terraza anexa con el fin de despejar un poco la mente y no permanecer toda la noche en la zona de ordenadores.

Seguridad y silencio

Los participantes que descansan en el piso inferior del recinto cuentan con miembros de seguridad que tratan de mantener el silencio para no perjudicar el descanso. Un privilegio que se suma al aire acondicionado, y que ha instaurado la creación de dos mundos casi paralelos en un mismo evento.

En cambio, otros participantes de la TLP no se muestran contrarios al hecho de dormir en el exterior y lo han acatado sin más. A pesar de ello, reconocen que en esta zona tiene inconvenientes. “En la noche encienden unos focos para iluminar el Recinto Ferial que nos da de lleno sobre las casetas”, manifiestan.

Al final, a los jóvenes les compensa, porque han logrado acceder a un evento que llevan esperando durante todo un año, pero hay límites que no se deberían traspasar. Como dijo una de estas chicas: “La Tenerife Lan Party cumple con su gente, pero hay fallos que no se deben repetir”.

[apunte]La organización
Pablo Barrio, uno de los coordinadores de Innova 7, el grupo que gestiona la programación de TLP, afirma que “se ha intentado organizar a la gente de la mejor forma posible”. El problema era la “gran demanda” para asistir al evento. “Se generan enormes listas de espera de hasta mil personas”, apostilla. De ahí que se haya decidido aumentar el cupo en 100 personas más de las que estaban previstas inicialmente. “Hemos movido todo lo posible para que la gente no se quede sin venir al Lan Party”, explicaba Pablo. Sin embargo, nunca se avisó de forma específica a los asistentes de que tendrían destinada esa zona al aire libre. Todo el que compró su entrada lo hizo pensando que dormiría en el interior del Recinto Ferial. Lo más probable es que esos 100 participantes de más son los que han tenido que dormir en el exterior. Sin embargo, muchos de los que están fuera compraron su entrada hace semanas y están ahí con menos derechos que el resto. Por contra, algunos de los usuarios que adquirieron su pase con posterioridad han logrado dormir en el piso de abajo por el simple hecho de llegar más pronto a las colas del citado evento. [/apunte]