N. TORRES | Santa Cruz de Tenerife

Josefa Negrín (76 años) es una de los casi mil usuarios que hoy dejarán de recibir la ayuda a domicilio en el municipio de Santa Cruz, en su caso, una vez por semana y durante tres horas, con la que venía contando desde hace ocho años. En la misma situación se encuentra Carmen Díaz (64 años), con una discapacidad reconocida del 90% y con este servicio desde hace cinco años. Ambas mujeres estaban ayer acompañando a los 200 trabajadores de Mararía, prestadora del servicio hasta ayer, en la manifestación que realizaron a las puertas del Ayuntamiento. “Nadie se ha puesto en contacto conmigo”, señaló Josefa que se lamentaba de que “ahora que más falta me hace, que me operan de las dos piernas, me la quitan”. Carmen, por su parte, se mostraba indignada porque “nadie me ha avisado de que mañana ya no tendré la ayuda y la trabajadora social lo que me dice es que tengo que esperar a que me llamen, que no soy de las urgentes”.

La situación de estas dos mujeres son de las denunciadas por los grupos de la oposición que ayer asistieron al Consejo Rector del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), entre ellos Sí se puede, cuya concejal Asunción Frías, aseguró que hoy se va a producir “un auténtico caos” en la ayuda a domicilio. Según Frías, “los trabajadores de Mararía y familiares de usuarios nos han informado de que hay personas en situación de gran dependencia que no tienen garantizado que se les preste el servicio a partir de mañana (por hoy)”. A esto se añade, según detalló Frías que, “otros mayores, al ponerse en contacto con las empresas que el IMAS han propuesto como alternativa a Mararía y les han dicho que los cupos están cubiertos”.

Postura del Ayuntamiento

Desde el Ayuntamiento aseguran en una nota que “esta misma semana se completa el trabajo para garantizar la intervención social domiciliaria al 70% de los mayores que atendía Mararía”, y se amplía así el número de usuarios más necesitados, unos 500 según Mararía, que hace unos días aseguraba el Consistorio continuaría con el servicio el uno de agosto, cifra que para los trabajadores y grupos de la oposición no llega a 300. Para garantizar la prestación, el alcalde, José Manuel Bermúdez, firmó ayer un decreto de urgencia para la concesión de Prestaciones Económicas de Asistencia Social, ayudas que son las que los usuarios deben emplear en la contratación de una de las 13 empresas existentes en el sector.

En el Consejo Rector del IMAS celebrado ayer, además de aprobarse estas prestaciones, se acordó la liquidación del contrato con Mararía después de que los informes jurídicos avalaran la acción municipal como “la más viable”. En esa reunión, como detalló el concejal de XTF, José Manuel Corrales, se propusieron medidas alternativas como por ejemplo “la creación de una cooperativa con las trabajadoras actuales tutelada por el Ayuntamiento”.

Trabajadores en precario

Desde la parte sindical que asiste a los trabajadores, el secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Fran Baute, criticó duramente la decisión del Ayuntamiento de no avalar la deuda con la Seguridad Social que hubiera permitido levantar el embargo para cobrar las nóminas atrasadas. “El Ayuntamiento no quiso dar ese paso y se lava las manos dejando en precario a los trabajadores y a los usuarios, prefiere gastar su dinero en pagar las indemnizaciones de los juicios que va a perder”.

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Medidas urgentes

Prestaciones. El decreto firmado ayer garantiza las Prestaciones Económicas de Asistencia Social que cubren los gastos de dicha atención.

Refuerzo de personal. Se disprondrá lo necesario para reforzar al personal del IMAS si fuera preciso.

UTS Tomé Cano. Para facilitar la entrega de solicitudes que han de ser registradas en la Unidad de Trabajo Social de Tomé Cano se habilitan los registros de Urbanismo y del Organismo Autónomo de Deportes.

UTS Centro. Se habilita el registro del Organismo Autónomo de Cultura.

Resto. Las peticiones gestionadas en el resto de UTS serán atendidas en las Oficinas de Atención Ciudadana.

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“¡Ayuntamiento, subrogación!”

Los 200 trabajadores de Mararía se concentraron ayer a las puertas del Ayuntamiento como protesta por la negativa del Consistorio a buscar una solución a la pérdida de su trabajo. Gritos como, “¡Ayuntamiento, subrogación!”, o actos simbólicos como la devolución de los uniformes protagonizaron la protesta en la que estuvieron acompañados por usuarios del servicio de ayuda a domicilio. / J. ganivet