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Manuel Correa, candidato de los críticos a dirigir el PSOE tinerfeño

MANUEL CORREA
El exalcalde de La Victoria Manuel Correa, en una imagen de archivo. / DA

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Manuel Correa se perfila como el candidato del sector crítico a dirigir el PSOE de Tenerife a partir del decimoquinto congreso insular, cuya convocatoria se ha adelantado al último fin de semana de septiembre. Aunque en un principio se daba por seguro que sería en octubre, la fecha definitiva ya ha sido comunicada a todas las agrupaciones locales.

El exalcalde de La Victoria aglutina el consenso de la línea no oficialista, por delante del orotavense Manuel González, viceconsejero de Relaciones con el Parlamento, Participación Ciudadana y Juventud del Gobierno de Canarias, y de la militante de Santa Cruz Gloria Gutiérrez, directora general de Trabajo.

Correa destaca por el “rigor” en la defensa de sus principios y por su “autonomía intelectual y estratégica”. Eso significa que “nadie más que él maneja sus propios hilos”, valoran fuentes del partido.

Se sabe que Manolo Correa fue vicesecretario con Nacho Viciana en la ejecutiva elegida en 2009 y posteriormente desmantelada por la dirección general. Ha sido, por lo tanto, un político afín a Santiago Pérez y a Juan Fernando López Aguilar. No obstante, a lo largo de este tiempo ha marcado su destino “desde la coherencia personal y política”, comentan en el PSOE.

Después de doce años ininterrumpidos al frente del Ayuntamiento de La Victoria, Manuel Correa ejerce la oposición al equipo de gobierno compartido por Coalición Canaria y el Partido Popular. El exregidor nunca ha ocultado su rechazo a la alianza global PSOE-CC. Él siempre ha abogado por un entendimiento con el PP.

Hasta el momento, cuatro cargos públicos habían mostrado su disposición a liderar el PSOE en Tenerife: el senador, vicepresidente primero del Cabildo y presidente de la gestora insular, Aurelio Abreu; Gloria Gutiérrez; el alcalde de Vilaflor, Manuel Fumero, y el secretario general de la agrupación de La Laguna y primer teniente de alcalde del tercer municipio de Canarias, Javier Abreu.

Teóricamente, el último de ellos es quien cuenta con un mayor número de apoyos. En el undécimo congreso regional, Javier Abreu llegaba con el aval de Alfredo Pérez Rubalcaba para convertirse en secretario de Organización del PSC-PSOE. Sin embargo, tras un pulso con la delegación de Tenerife, José Miguel Pérez mantuvo al gomero Julio Cruz.

Las normas internas del PSOE establecen que los congresos insulares habrán de realizarse en un plazo inferior a sesenta días tras la celebración del regional (30 de junio y 1 de julio). Para este cálculo, no cuenta agosto.

A esta cita del 29 y 30 de septiembre se llegará con el antecedente no muy lejano del centro de convenciones Magma, en Adeje, donde la facción dominante de Tenerife se rebeló contra José Miguel Pérez. El plante estuvo a punto de costarle el puesto al posteriormente reelegido secretario general de los socialistas canarios, que presionó con la amenaza de la dimisión de todos sus cargos, incluido el de vicepresidente del Gobierno. Pérez ganó la partida, pero abandonó el congreso más debilitado que como entró. El voto de castigo fue un reflejo de división.