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Cabo Verde, el futuro de África

CABO VERDE - SAL Y BOA VISTA
Las islas de Sal y Boa Vista son tal vez las más conocidas en Europa, con un turismo de sol y playa. / DA

MARTA PLASENCIA | Cabo Verde

Lo primero que llama la atención de Cabo Verde, en concreto de la isla de Santiago, es el contraste de su espectacular belleza natural con la situación de sus habitantes. Proliferan en los alrededores de Praia, la capital, las viviendas ilegales construídas por la población que ha emigrado del interior de la isla. Una situación que el Gobierno caboverdiano, con una democracia muy joven, se ha empeñado en solucionar con planes de legalización y “viviendas para todos”.

Con una población donde más del 54% tiene menos de 25 años, Cabo Verde aspira a convertirse en un destino turístico importante en Europa.

Es el país con más proyección de Africa y este dato no ha pasado desapercibido para los empresarios canarios. “En mayo de 2001 había cuatro empresas y ahora, en 2012, hay 60 empresas canarias”, afirma Yanira Duque, delegada directora de la Cámara de Comercio de Gran Canaria.

“Para las empresas canarias es importante pensar que (Cabo Verde) es un mercado pequeño e interesante y, a su vez, una plataforma para proyectarse al resto del mercado africano”, afirma el embajador de España, José Miguel Corvinos.

Binter ha apostado por ello inaugurando la ruta Gran Canaria-Praia, uniendo los dos archipiélagos de la Macaronesia todos los martes y los viernes. Tan solo dos horas y media bastan para llegar desde Canarias a Cabo Verde y viceversa.

Ejemplos de éxito

La relación empresarial de canarios con Cabo Verde es una historia de éxito. Empezando por, por ejemplo, Calzados Navarro, que tiene siete tiendas repartidas por varias islas del archipiélago. Otro ejemplo es Vidral S.A., con sede en Lanzarote (Cristalería Lanzarote), especializada en aluminio y cristal. Arturo Ramírez llegó a Santiago en 2004 un poco a la aventura y a día de hoy, con 50 trabajadores en la fábrica, su empresa realiza obras por todo el país.

Agustín Artiles estableció Datacon, una empresa tecnológica de videoconferencias y telecomunicaciones, hace cuatro años. “El negocio está caminando y hemos trabajado cen integración de estos sistemas en empresas, seguridad, puertos”. Además, “al haberla creado aquí, nos han dado muchas ayudas”, afirma Artiles.

Y es que el Gobierno de Cabo Verde, para promover el crecimiento empresarial, ha reformado las leyes para que los negocios se instalen aquí y en tan solo 24 horas se puede crear una empresa en el país. “Si son sucursales internacionales sí se tarda más pues son necesarios otros trámites”, apunta Yanira Duque, de la Cámara de Comercio.

Aunque con ciertos matices, Cabo Verde se fija en Canarias para desarrollar su potencial turístico. La principal diferencia es que, desde un principio, se quiere respetar el medioambiente con un desarrollo turístico integrado, con un plan que protege determinadas zonas de las distintas islas para que no se construyan complejos turísticos.

Las islas de Sal y Boa Vista son tal vez las más conocidas en Europa, con un turismo centrado en sol y playa, pero Enmanuel Almeida, director del Ministerio de Turismo de Cabo Verde, afirma que el Gobierno quiere potenciar otras islas con un tipo de turismo diferente.

“Queremos diversificar nuestros productos y, así, en las islas que no son tan turísticas, ofrecer otro tipo de turismo como, por ejemplo, rural, náutico o científico”, todo ello sustentado con la protección ambiental. Y parece que los trabajos en este sentido están dando sus frutos pues el crecimiento en número de turistas incrementa año tras año. Para 2013, en Ministerio de Turismo espera que visiten las islas una 500.000 personas (en 2007 fueron algo más de 300.000). Para ello se está llevando una especial inversión en infraestructuras, como en carreteras, y proyectos de construcción de hoteles.

Quien visite Cabo Verde se llevará una sorpresa. Playas que parecen sacadas de un folleto del Caribe, valles, barrancos y montañas con un color verde especial que tardará días en desaparecer del recuerdo, una rica gastronomía y gentes que, a pesar de sus circunstancias, son un ejemplo de amabilidad y simpatía.