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Gastronomía y relax en un espacio único, el Gran Hotel Bahía del Duque

GRAN HOTEL BAHIA DEL DUQUE
El Gran Hotel Bahía del Duque ofrece una amplia oferta gastronómica. | DA

CRISTINA HERNÁNDEZ | Santa Cruz

El descanso y el relax son conceptos que cada vez se relacionan más con la cuestión gastronómica. Sin embargo, durante mucho tiempo, incluso los hoteles de cinco estrellas ofrecían todo tipo de servicios y alternativas para el placer del descanso sin cuidar, en exceso, la tan importante parte culinaria. Desde hace unos años, por suerte para todos, encontrar una gastronomía de calidad en un establecimiento hotelero ya no es una tendencia. Es una realidad. Uno de los hoteles bandera de la isla de Tenerife en el deleite del buen comer es el Gran Hotel Bahía del Duque. Este fin de semana tuve la oportunidad de comprobar, una vez más, que en cuestiones gastronómicas este hotel lo tiene muy claro. Variedad y calidad. Un gran abanico de restaurantes conforma la mejor propuesta gastronómica para pasar unos días disfrutando de la mejor cocina canaria entremezclada con la de otros lares: Asia Kan, Las Aguas, Beach Club, La Brasserie, Trattoría, La Tasca, El Bernegal y La Hacienda. El fin de semana no pudo empezar mejor con un cóctel servido en el fantástico Spa byL’Occitane, al aire libre, y acompañado con música en vivo. En un entorno privilegiado y con un clima excepcional y de la mano de Juan Miguel Cabrera, chef ejecutivo del hotel y todo su equipo, pudimos disfrutar de toda la oferta culinaria en formato de tapas. Una propuesta de lo más acertada para saborear lo más rico de cada restaurante a modo de pequeños bocados. Mis bocados favoritos: sushi frito, mini cornetos de chocolate y foie, risotto de boletus y trufa perfumado al Verdichio, dinsun de pato hoisinmini; burguer de wango y de postre, me quedo con la espectacular y sorprendente croqueta de chocolate. Todo esto acompañado por una amplia propuesta de vinos locales y nacionales como el Contiempo Malvasía, Cava Pino Noir Rose o una de las bebidas de moda y marca en exclusiva para el hotel: champagne Moët&Chandon Ice Impérial. El primer champán que se sirve con hielo y que, en Tenerife, sólo se puede encontrar en el Bahía del Duque. El sábado tuvimos un almuerzo relajado en la terraza del Beach Club, el restaurante de la piscina especializado en arroces y pescados. El plato estrella del almuerzo, un pámpano a la sal, acompañado con unas papitas negras y mojos que estaban para chuparse los dedos. Un almuerzo ligero que dio paso a una relajada y agradable tarde de Spa antes de degustar la puesta de largo en la cena del restaurante Las Aguas, donde su jefe de cocina, Braulio Simancas, siempre logra sorprenderme. Une la creatividad y la tradición de forma excepcional y uno de los platos que puede definir su cocina fue el canelón de cochino negro canario, consomé de papas y aroma de trufa o el cordero pelibuey macerado en adobo tradicional, escacho de papas y cebolleta tierna y verduras. Pero, sin duda y como siempre, el pescado tuvo un papel protagonista en el menú con un carpaccio de corvina con granizado de tomate y pequeña ensalada de germinados o el lomo de cherne sobre arroz meloso, emulsión de mojo aguacate y cilantro. Y para acabar un postre que fue la guinda: fresas, yogur y rosas. Producto local, materia prima de calidad, tradición y creatividad. Y no podíamos irnos de allí sin disfrutar de un arroz: una deliciosa paella de verduras con jamón. En su punto. Gastronómicamente hablando, un fin de semana fantástico pero que además, es digno de mención por la profesionalidad y amabilidad de los 600 trabajadores que conforman la plantilla y que están absolutamente pendientes de todos los detalles.