Más críticas dentro que fuera de los centros: La normalidad fue el denominador común en el inicio del curso escolar. Aunque algunos docentes se manifestaron en Las Palmas, sólo el rector de la ULL, Eduardo Doménech, mostró públicamente su crítica contra la Consejería de Educación y el propio Gobierno regional, en la apertura de la institución / J. GANIVET – ACFIPRESS
JOSÉ LUIS CÁMARA – INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife
Después de dos meses vacías, las aulas canarias volvieron a llenarse de alumnos, con el inicio de las clases en Infantil, Primaria y la apertura oficial del curso en la Universidad de La Laguna (ULL). Sin incidentes y con menos protestas de las esperadas, sólo algunos docentes y el rector lagunero, Eduardo Doménech, alzaron la voz contra los recortes gubernamentales.
En los centros de Infantil y Primaria, en cambio, hubo más sonrisas que llantos entre los más de 171.000 alumnos que comenzaron las clases. La inauguración oficial, que se desarrolló de manera simultánea en todas las Islas, se realizó en Tenerife en el CEIP Vistabella, donde estuvieron presentes, entre otros, el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, y el consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez.
Este dejó claro que la educación pública canaria “seguirá siendo de calidad”, a pesar de la reforma que propone el Gobierno del PP, reforma que para el consejero “es la peor de la historia y llega en un momento poco oportuno”. Por ello, José Miguel Pérez confirmó que el Ejecutivo autonómico “no elevará las ratios de alumnos por profesor y mantendrá los cursos de Formación Profesional de 2.000 horas”. Además, el titular de Educación recalcó que el Gobierno regional no admitirá unos cambios que “restarán protagonismo a las asociaciones de padres y madres de alumnos”, quienes precisamente, dada la actual situación, “buscan mayor participación y protagonismo en las decisiones relativas a la educación de sus hijos”. Tras Infantil y Primaria, los siguientes en iniciar las clases serán los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Programas de Cualificación Profesional Inicial, ciclos formativos de grados medio y superior de Formación Profesional, Enseñanzas Deportivas, Bachillerato, Enseñanzas Elementales y Enseñanzas Musicales, que comenzarán el próximo jueves.
Desde la Consejería de Educación señalaron que, a excepción del CEIP Arona, que retrasó su apertura a mañana por unas obras, el resto de centros del Archipiélago abrieron con normalidad, aunque una decena de ellos tuvieron problemas en el servicio de comedor, debido al cierre de la empresa Sánchez Bacallado. Estos inconvenientes se esperan solucionar definitivamente hoy, tras la reunión que mantuvieron ayer la directora general de Promoción Educativa, Georgina Molina, con el resto de empresas que suministran las comidas a los centros. Los datos provisionales de escolarización apuntan a que este curso habrá unos 300 alumnos menos que en el anterior, con un ligero aumento en la pública y una pequeña caía en la concertada.
Mientras, en la Universidad de La Laguna los estudiantes matriculados superarán la cifra de 20.000, ya que aún queda pendiente que se cierre la matrícula en másteres oficiales y en doctorados, y que se matricule el alumnado que realice la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la convocatoria de septiembre. La ULL, que celebró en el Paraninfo su solemne acto de apertura del curso, incorpora tres nuevos títulos de grado: en Diseño en Restauración y Conservación de Bienes Culturales, y en Antropología Social.
Además, comenzará a impartirse el grado en Turismo en la nueva sede de la institución en Adeje.
[apunte]
Doménech carga contra la privada y pide más recursos
El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech, fue muy crítico con las acciones que en materia educativa están llevando a cabo los gobiernos central y regional. Al respecto, Doménech señaló que “la universidad española ha entrado en una dinámica manifiestamente destructiva”, merced a unos recortes “que nos están empujando al precipicio”.
Entre ellos, el rector lagunero citó la deuda contraída por el Gobierno de Canarias por el contrato-programa, que supera los 59 millones de euros. “Dentro de este contexto de restricciones, el gran sacrificado es el capital humano”, recalcó Doménech, que recordó que “la crisis ha dejado en el paro en sólo dos años a casi 7.000 científicos y técnicos del Archipiélago”.
“Nuestros hijos mejor formados han cogido la maleta, y los que aquí quedan cogen la bandeja y ejercen el “sí señor” para sobrevivir”, espetó el responsable de la ULL, quien criticó a la Consejería de Educación por mirar hacia la universidad privada como alternativa. “No aporta nada en la docencia y no viene a sumar, sino a restar y dividir”, arguyó Eduardo Doménech, que también cargó contra la reducción de 116,5 millones de euros en la partida de becas y aseguró que “estamos asistiendo al mayor retroceso en muchas décadas en inversión educativa en nuestro país”.
[/apunte]