El Alcalde de Alburquerque ha permanecido en huelga de hambre durante 90 días en protesta por la supresión de las primas a las energías renovables. Vadillo, que así se llama el Alcalde, inició un ayuno voluntario el pasado 11 de junio después de una marcha a pie desde Alburquerque hasta la puerta del Ministerio de Industria donde se plantó para exigir la apertura de una mesa de diálogo para debatir sobre el futuro de las renovables y las posibilidades de empleo que generan. En su pueblo, la supresión de las primas a las renovables obligó a cancelar los proyectos de cinco plantas termosolares que iban a dar 1.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos, en un municipio que cuenta con una tasa de paro superior al 40%. Con los ingresos que obtuviera el Ayuntamiento de estas industrias no contaminantes el Alcalde se había comprometido a mantener diferentes servicios públicos, como una residencia de ancianos, un centro para niños y un centro para discapacitados.

Hablando de las posibilidades de este sector, Javier García Breva de la Fundación Renovables nos dice que si apoyara estos proyectos energéticos se podrían crear más de 300.000 nuevos empleos en las empresas de las renovables, así como 400.000 puestos de trabajo directo en servicios energéticos, y un millón en empleos indirectos.

Estos datos parecen que le traen al pairo al Ministerio de Industria que no sólo retira las primas sino que recientemente ha implantado un nuevo impuesto que puede significar la puntilla al sector de las energías renovables. Desgraciadamente mientras las grandes compañías eléctricas manden en el Ministerio, sólo podremos contar con las luces y convicciones de personas como el Alcalde de Alburquerque.

* Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz