LUIS F. FEBLES | Puerto de la Cruz

Ya no aguantan ni un minuto más. Una colonia de palomas amenaza desde hace un año la salud y la tranquilidad de los más de 200 niños del CEIP La Vera, en Puerto de la Cruz, que día tras día tienen que lidiar con los excrementos, olor y cadáveres de las colúmbidas, apostadas en el tejado del centro.

Tal y como indican los responsables de la instalación educativa, “la situación es insostenible y todo empezó cuando por causas meteorológicas se rompió una parte del techo que cubría un patio interior. Entre la separación de los canales de uralita y el techo, hacen sus nidos; al llover corren por las paredes del aula todos los restos de plumas y heces”. Varios alumnos y profesores han tenido que ser atendidos en centros de salud por la aparición de erupciones y ronchas en las piernas, además de posibles afecciones respiratorias.

Las docentes han emitido diferentes quejas al Ayuntamiento solicitando al alcalde de la ciudad, Marcos Brito, que ponga remedio puesto que son los responsables del mantenimiento y limpieza del centro; según los educadores, “ha habido un pasotismo alarmante”.

Pese a que los representantes del colegio aseguran que hasta el momento la situación sigue igual, el Gobierno local (CC-PP), afirman que “ya está todo solucionado, procediendo en breve a la limpieza del mismo”. Además, apunta que “la culpa es del director de La Vera por no llamar a tiempo al seguro y solventar el inconveniente”. Casualidad o no, desde que este periódico contactó con miembros del Ejecutivo local para trasladarle la denuncia, inmediatamente comunicaron que “el problema estaba solventado”.

Por su parte, Sanidad ha emitido varios informes advirtiendo de la urgencia de actuar en el centro por el peligro de contagios e insalubridad. No obstante, se tiene el compromiso de la consejería de Educación de sufragar los gastos y colocación de una de las planchas para el tejado, eso sí, previa limpieza y saneamiento por parte del consistorio.

Padres en pie de guerra

Las denuncias de madres y padres de los alumnos han sido constantes y los responsables educativos ya no saben que hacer. Incluso, se baraja realizar una sentada por fuera del centro y llamar así la atención de las instituciones competentes.

“No sabemos que decirles ya a los padres. Entendemos sus peticiones pero no podemos hacer más. Las señoras de la limpieza están cerca de una hora todos los días despejando la zona. El conserje es asmático y no puede estar próximo a ese lugar”, lamenta uno de los profesores.

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Enfermedades

El peligro de contagio de enfermedades a los humanos es considerable. Numerosas afecciones originadas por las palomas ponen en riesgo la salud de los alumnos del centro portuense. Una de las más comunes es la Histoplasmosis. Se trata de una enfermedad respiratoria que puede provenir del crecimiento de hongos en los excrementos secos de estas aves. En la mayoría de los casos es asintomático o bien podría manifestarse por daño pulmonar acompañado por escalofrío, fiebre, tos o dolor de pecho. Otra de las afecciones es la Clamidiosis. Es un bacteria que genera una enfermedad llamada ornitosis que se transmite por inhalación de polvo fecal contaminado y diseminado por aves portadoras. Es excretada por las heces y secreciones nasales. Este microorganismo sobrevive al secado, facilitando su diseminación. Por último, destaca la Alveolitis alérgica, que provoca una alveolitis (proceso inflamatorio en el pulmón) determinada por una reacción de hipersensibilidad a pluma o polvo fecal. Puede generar alteraciones en el pulmón, pudiendo llegar a daños de tipo irreversible. También llamada “del pulmón de la paloma”, en ocasiones presenta abruptamente o solapadamente, estas reacciones.

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