DAVID SANZ | Los Llanos de Aridane
Habrá casos en La Palma que se verán beneficiados por la reforma de la Ley de Costas y otros no. Este es el meollo del mensaje que la senadora por la isla de La Palma, María de Haro, que ha estado trabajando directamente en el encaje de esta normativa en los casos que afectan a la costa palmera, ha querido transmitir después de que el Consejo de Ministros diera luz verde este viernes a la modificación de esta legislación que se remonta a 1988.
La senadora pidió, ante todo, “prudencia” a los vecinos que tengan casetas en el litoral. Y es que en La Palma existe una amplia casuística entre los afectados por la Ley de Costas, desde casos con sentencias firmes para la demolición, como ocurre en Fuencaliente, o aquellos que las tienen favorables para su conservación, como ha ocurrido en El Remo. De ahí que sea importante que no se levanten falsas expectativas entre el conjunto de los afectados por la Ley de Costas hasta que se avance más.
Y es que , según explicó de Haro, en estos momentos se inicia el trámite parlamentario para la reforma de esta Ley que ha tenido un notable impacto en Canarias. En dicho trámite, la senadora indicó que se abordará el documento con la intención de articular los intereses de las personas afectadas con la sostenibilidad de estos espacios naturales de carácter público. De ahí que no haya querido aterrizar sobre los casos concretos de la isla de La Palma y concretar cuál será el destino de los distintos núcleos.
Con todo, hay circunstancias muy evidentes, como el caso de Fuencaliente, donde hay una sentencia que ordena el derribo de las casetas que, en su momento, no se hicieron de forma voluntaria y que se tendrá que ejecutar, como han indicado responsables del Gobierno en una reciente visita a la Isla. Por el contrario, La Bombilla, uno de los núcleos que ha vivido desde hace décadas con la espada de Damocles sobre su cabeza, está pendiente de una sentencia de Estrasburgo y podría tener un horizonte más optimista.
Algunas claves.
Para María de Haro, será importante para La Palma la modificación del deslinde, que pasa de cien a veinte metros. En este aspecto, indicó que hay construcciones en la costa palmera que se podrían ver beneficiadas. En lo que se refiere a la ampliación de las concesiones, de 30 a 75 años, la senadora concretó que, “al menos en los casos que yo conozco”, no habrían realidades que se puedan acoger a esta circunstancia.
De Haro destacó también las circunstancias sociales que rodean a los núcleos del litoral insular, donde habitan vecinos cuya única residencia es la de la costa. En el caso de La Bombilla, por ejemplo, hay 36 familias que se encuentran en estas circunstancias.
Por último, cabe destacar que ni en La Palma ni en el resto de Canarias, la reforma de la Ley de Costas prevé ninguno de los núcleos amnistiados y que dejan de ser automáticamente dominio público marítimo-terrestre. Zonas como El Palo, en la costa malagueña, con una importante densidad edificatoria, se han librado. Entre los sectores más conservacionistas, la reforma está siendo muy criticada.