TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Lo llaman el Banana, y es harto conocido entre los cuerpos y fuerzas de seguridad dado su amplio historial de arrestos. Lo peor es que también es tristemente célebre en barrios realejeros y orotavenses no sólo por sus andanzas sino también porque intimida por su fiero aspecto. A la espera de la decisión que adopte sobre su inmediato futuro la autoridad judicial, han sido policías realejeros quienes lo han retirado esta vez de las calles.

Los hechos se remontan a hace unos días, cuando el protagonista negativo de esta historia habría irrumpido en el interior de una conocida joyería en la zona de San Agustín, dentro del término municipal de Los Realejos pero cerca del linde con La Orotava.

Según detallaron los empleados de La Gomera a la Policía Local, aunque intentó aparentar que ojeaba la mercancía, sus inmediatas sospechas se vieron confirmadas al sorprenderle intentando apoderarse de algunas piezas, tras lo cual forcejeó con los trabajadores para finalmente hacerse con la caja de la recaudación, cuyo montante en ese momento no ha sido comunicado pero nunca superaría lo habitual para el cambio, dado que los hechos transcurren en horario de mañana.

Alertados de lo sucedido, la pronta respuesta de los agentes permitió una inmediata identificación del sospechoso, quien a pesar de haberse dado a la fuga un cuarto hora antes pronto es localizado por una patrulla. Comienza entonces una singular persecución dado que el sospechoso se sube a una guagua de transporte público. La presencia de ciudadanía ajena a los hechos invita a los policías a esperar pacientemente su oportunidad sin alertar de su presencia a su objetivo, y ese momento llega cuando el vehículo comunitario se detiene en una parada ubicada ya en La Orotava.

Aunque ya se ha alertado a la Policía de la Villa por si es necesaria su colaboración, el sospechoso cae en manos de los realejeros sin que nadie resulte lastimado.